En una ocasión, en las primeras veces que Laura estaba al mando de la consola de audio, un cliente le preguntó en un tono agresivo: “¿Dónde está tu compañero?” (asumió que debía estar un hombre). Ella sólo contestó, con un tono más amable, “¿en qué te puedo ayudar?”.
Esa es una de las diversas experiencias que ha tenido en su trayectoria; cuestionan sus capacidades en la industria musical, y en específico, su habilidad técnica de dirigir desde la consola de audio.
La profesora siempre ha estado cerca de esa industria, gracias al estudio de su padre (Alamo Estudios), el maestro Manuel Cerda. Ahora, ella está a cargo del manejo de la consola y la preparación técnica de las grabaciones.
“En el estudio veía cómo conectaban los cables e instalaban los micrófonos. Y decía que eso es lo que quería hacer”. Además, es profesora en el Tec, campus Guadalajara, en la Licenciatura en Tecnología y Producción Musical.
Ha dirigido Alamo Estudios por 10 años, donde trabaja con clientes de renombre internacional y todo esto la llevó a ser ganadora del premio Mujer Tec 2023, en la categoría Arte y Gestión Cultural.
Cambio de planes
En Alamo Estudios tiene clientes como el Mariachi Internacional CHG, Christian Nodal y el Mariachi Nuevo Tecalitlán, entre muchos otros. Pero su plan no fue siempre tomar el volante.
Originalmente egresada como Ingeniera en Electrónica y Comunicaciones, hizo un cambió de profesión durante la crisis económica del 2008 y empezó a involucrarse de lleno en el estudio, donde ahora es directora.
A pesar de que cada día hay más mujeres en la industria de las artes, todavía existe una gran brecha de género en la parte de producción o en puestos técnicos, en este caso, de audio.
“Este premio es para mis alumnas, para impulsarlas y abrirles una brecha para que puedan tener un camino más fácil que el mío”.
Demostrar capacidades con acciones
Laura recordó una experiencia en la que un cliente demandaba trabajar con su compañero Alejandro Ramírez, pero sólo se encontraba ella en el estudio. Desde que entró, el cliente demostraba una actitud negativa hacia ella, con órdenes agresivas.
Insinuó que ella no sabría lo que hacía. En un momento de la grabación, con más de 40 músicos en el estudio, el director no lograba sincronizar a todo el grupo. Laura se acercó con el director, revisó la partitura y recomendó unos cambios.
Pero el director la ignoró y siguió con la misma técnica. Después de media hora de intentos fallidos, el director instruyó al grupo lo que Laura sugirió desde un principio. Y funcionó al primer intento.
“Así logré bajar el tono ofensivo y empezó un camino de diálogo. A él le queda una experiencia de aprendizaje, que una mujer fue quien hizo que su producción avance”, dijo.
Como ésta, Laura ha tenido otras experiencias, donde tuvo que demostrar constantemente con acciones ser capaz, siempre con un tono amable y profesional.
Aprender a tomar riesgos
La docente también recalcó que, a pesar de que existan personas en este rubro que la cuestionen, siempre ha contado con el apoyo de sus mentores, que la han apoyado en cada paso del camino: su padre y su compañero de trabajo.
“De mi padre aprendí todos los aspectos técnicos, desde cómo suena cada instrumento, hasta cómo colocar un micrófono; y de mi compañero Alejandro Ramírez sé el manejo de la consola”, afirmó.
Y esa trayectoria la llevó a incursionar en la docencia, ya que imparte las materias como:
- Aplicación de la tecnología en la producción sonora,
- Técnicas de grabación y
- Proyecto de producción musical.
Reconocer el valor de su trabajo
Cuando se abrió la convocatoria para el premio Mujer Tec, Laura no quería ser nominada por su líder de departamento, pues pensaba que no tenía méritos suficientes.
Sin embargo, aún así la nominaron. Y para su sorpresa, ganó. “La parte del estudio está muy escondida para el público. Creo que por eso no me creía merecedora; fue un sorpresa enorme”, comentó.
Laura explicó que eso le sirvió para ver de manera diferente su trabajo: entender que su rol en la industria es igual de importante que el de los músicos y compositores.
Así, podrá impulsar a sus alumnas y a cualquier mujer que quiera entrar a la industria musical como productora, para formar una comunidad que vaya más en aumento cada día.
Impulsar a futuras generaciones de mujeres
“Aunque uno piense que su trabajo no tiene valor, si tú no pusieras ese granito de arena, las cosas no sonarían como suenan”, expresó.
Luego de vivir la experiencia de la premiación, Laura está decidida a inspirar a sus alumnas de la carrera, para que ellas puedan emprender caminos con cada vez más puertas abiertas.
“Así como hay experiencias buenas, son las malas la que nos fortalecen, y las buenas, las que nos impulsan a superarnos”, reflexionó la docente.
“Este premio es para mis alumnas, para impulsarlas y abrirles una brecha para que puedan tener un camino más fácil que el mío”, detalló.
El premio de Mujer Tec tiene el objetivo de visibilizar a las mujeres en cualquier ámbito. Y en este caso, busca construir puentes para que las alumnas de campus Guadalajara incursionen en las áreas creativas.
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