Paula Pérez Barreiro, estudiante de séptimo semestre en la carrera de Relaciones Internacionales del Tec campus Estado de México, tuvo la oportunidad de participar como oradora juvenil en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
El pasado 7 de noviembre la alumna asistió al 15vo Congreso de Naciones Unidas sobre la Prevención del Delito y la Justicia Criminal.
Su intervención se centró en el papel que la juventud desempeña en la prevención del delito y el fortalecimiento del Estado de Derecho, especialmente en el contexto de la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
“Mi participación no fue casualidad sino resultado de la labor que he hecho para el enfoque en estudios de paz, conflicto y seguridad, donde el socio formador, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), fue informado sobre la necesidad de una voz juvenil en el evento”, comentó.
La selección de Paula se basó en su desempeño académico, ensayos, participación en clase y dominio del inglés, un proceso coordinado por profesores del Tec.
“Tuve sólo una semana para preparar mi discurso y el Tec me respaldó con los costos del viaje, el alojamiento y un seguro médico internacional. Finalmente yo fui la única seleccionada del campus para asistir”, dijo.
Además, destacó que la formación en el Tec le brindó habilidades como el pensamiento crítico y la oratoria, que resultaron fundamentales al enfrentarse al reto de condensar su mensaje en un discurso de cinco minutos.
“Desde el día de la selección tuve que comenzar a escribir mi discurso, para el cual, profesores de la concentración y del departamento de Relaciones Internacionales en general y mis compañeros de clase, me ayudaron mucho con correcciones, ideas, etc.
“El discurso pasó por diversos cambios porque quería que mi mensaje fuera lo más claro posible y también tenía un tiempo muy limitado para hablar; finalmente, quedó terminado el domingo 5 de noviembre”, recordó Paula.
“Tuve sólo una semana para preparar mi discurso, quería que fuera lo más claro posible”.
Además de todo el proceso, Paula se enfrentó a diversos obstáculos; balancear su vida estudiantil junto a sus prácticas profesionales, el tener que hacer el viaje de México a Nueva York sola (estando por primera vez ahí), e ir por su cuenta a la ONU.
No obstante, mencionó que salió adelante gracias al apoyo de su familia, quienes estuvieron al pendiente de su participación en vivo y, sobre todo, su mamá, quien le brindó soporte durante todo el proceso tanto económica como emocionalmente.
“La presencia en la sede de la ONU fue impactante, abrumadora y emocionante. Estar frente a profesionales de alto nivel y poder transmitir un mensaje representando a la juventud fue un logro significativo”, dijo.
Para Paula, ser la voz de una generación le otorgó un propósito: abrir más espacios para que los jóvenes contribuyan en las discusiones globales y sean parte de las decisiones.
“Creo que muchas veces vemos la ONU (y otras instancias) como algo inalcanzable cuando somos estudiantes o jóvenes iniciando la vida laboral.
Yo misma lo veía como algo muy lejano, no pensaba que yo tendría la oportunidad de ser parte de un evento de la ONU a mis 22 años y siendo estudiante”, resaltó.
Esta experiencia significó un punto de inflexión para Paula en su confianza personal y en la percepción de las oportunidades que los jóvenes pueden tener en la escena mundial.
“Me llevo un valioso aprendizaje sobre mi potencial, el apoyo de mi familia y compañeros, y la firme convicción de que los jóvenes somos agentes de cambio que merecemos ser escuchados en estos foros globales”.
TAMBIÉN QUERRÁS LEER: