Mariana Perales | Campus Estado de México
La biblioteca del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, alberga las obras de la fotógrafa mexicana reconocida internacionalmente Dulce Pinzón, quien ha expuesto su obra en América, Europa, Asia y Australia.
A través de sus imágenes sobre temas de interés social algunas irónicas, casi sarcásticas, posiciona a inmigrantes mexicanos como verdaderos superhéroes en sus ambientes laborales.
La verdadera historia de los superhéroes es un conjunto de fotografías donde expone los conceptos vinculados a la migración, la diversidad cultural y la realidad social de los latinoamericanos que trabajan en Estados Unidos, donde las relaciones no son necesariamente igualitarias, sanas y de reconocimiento al otro.
Los personajes son inmigrantes mexicanos y latinoamericanos que, desde los Estados Unidos, en particular desde Nueva York, se encuentran retratados en sus ambientes laborales disfrazados de superhéroes invitando al espectador a reflexionar sobre su posición y efecto en este planeta.
"Soy una fiel creyente que el arte puede cambiar el mundo, romper paradigmas, fronteras, abrir espacios, quitar la idea de que un migrante es igual a un terrorista", señaló la artista.
Pinzón ideó este grupo de fotografías tras el ataque terrorista a las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001. En ese entonces, vivía en Nueva York y este hecho le hizo pensar en los inmigrantes indocumentados, como los héroes reales sin reconocimiento.
En las fotografías se puede observar a un Superman repartiendo comida rápida en Brooklyn, a Spiderman limpiando los cristales de un rascacielos en Nueva York, al hombre verde, mejor conocido como Hulk, como el cargador en una tienda de frutas y verduras o a la Mujer Maravilla trabajando en una lavandería en Brooklyn.
De esta forma, la artista busca reivindicar la imagen del migrante, donde la identidad secreta de Superman no es Clark Kent, sino Noé Reyes, originario de Puebla, quien cada semana envía 500 dólares a su familia, al otro lado de la frontera.
El Chapulín Colorado, quién debajo de su disfraz esconde a Adalberto Lara, originario del Estado de México, cargando una carretilla de cemento en una construcción quien manda 300 dólares a la semana; o Gatúbela cuidando a dos niños.
El principal objetivo es rendir homenaje al hombre ordinario que, carente de poder sobrenatural, logra que su comunidad sobreviva y progrese sacrificándose diariamente en empleos mal pagados, en ocasiones en situaciones peligrosas y durante jornadas larguísimas.
Es así como su obra provoca un análisis sobre cómo las potencias mundiales han tratado a los inmigrantes a través de los años.
En la Exposición Diversidades se pueden apreciar dos series fotográficas adicionales de la artista, Mutirracial y Gente que me gusta.
"Sin duda, Dulce Pinzón es parte de la escena del arte contemporáneo nacional e internacional y al igual que otros de sus colegas, recoge los fenómenos culturales y sociales para expresar a través de la creatividad, el valor que guarda la vida diaria y que se transforma en símbolo y materia del arte", señaló Lizette Zaldívar Líder de Patrimonio Artístico del Tecnológico de Monterrey.
La Exposición Diversidades estará exhibida hasta el 19 de diciembre en el Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México.