De la mano del director de la compañía de teatro Erick Ramírez y el editor Humberto Diaz, Laura Pontigo Torres, estudiante del Tec de Monterrey campus Estado de México, lleva a la escuela por primera vez a la final del Festival Internacional de Teatro Universitario.
Este logro es derivado de un performance que involucra a seis personajes en escena, pero que todos son representados por ella misma.
‘El corazón a gas'', una obra escrita en 1921 por Tristán Tzara, fue la inspiración de Laura para poder escribir esta adaptación con la premisa de “Cuando se pasa tanto tiempo sola, lo único que queda es hablar con nosotras mismas”.
Aunque esta obra fue presentada por primera vez hace 100 años en París, los temas que trata se parecen mucho a algunos aspectos que vivimos hoy en día: la dualidad, el encierro y el conflicto con uno mismo, explica Laura.
“Son seis personajes distintos, así que tienes que trabajarlos desde distintos lugares, la obra es como fragmentar partes del cuerpo, entonces este proyecto me ayudó a darme cuenta de todo lo que he crecido”, comentó.
Laura Pontigo practica teatro desde pequeña y ha tenido la oportunidad de tomar diplomados que la han ayudado a desarrollar sus capacidades artísticas y vocales.
Fue hace tres años cuando se convirtió en becaria artística de la Compañía de Teatro del Tec en Estado de México que encontró el crecimiento y cambios que lograron en ella el despunte artístico y presencia en el escenario.
El crecimiento a base de retos
Desde la reestructuración de la compañía de teatro, explica la estudiante, uno de los objetivos del director Erick Ramírez ha sido formar artistas integrales, capaces de dar vida a personajes y crear historias.
Así que, el profesor sugirió a Laura empezar a trabajar en el texto, descripción y posteriormente los movimientos de la obra. La convocatoria para el Festival salió el 30 de junio, y tuvieron solo 20 días para entregar el material con el que participarían.
“Tanto mi director como mi editor me decían que confiara en mi trabajo”, agregó.
Faviola Ramirez, Cecilia Arias, Rodger Hudson, Alicia Falcón, Esván Lemus y Tania Ibarra son solo algunos de los coaches que han ayudado a los integrantes de la compañía de teatro a desarrollarse en áreas de canto, baile y actuación.
Laura expresó que, desde que ingresó, ha podido ir reconociendo todos esos cambios y crecimiento que surgieron a partir de toda la preparación que ha recibido por parte de sus maestros.
“Como que antes sentía que yo explotaba energía y mis coaches me han enseñado cómo direccionarla en el escenario y con mis personajes, la compañía ha sido un lugar seguro para mi”, dijo.
Mis coaches me han enseñado cómo direccionarla en el escenario y con mis personajes
Las “voces” de los personajes
Laura explicó que trabajar con seis personajes en un mismo escenario no fue fácil de desarrollar, pero el reconocer y ponerle personalidad y voz a cada uno de ellos fueron los factores clave para realizar la obra.
Desde tonos teatrales y musicales, las partes del cuerpo de Laura generan la sinergia pero a la vez la dualidad de cada uno de ellos. La ceja es conservadora, el ojo es emotividad y amor, la nariz es juicio, la oreja es sensualidad, la boca es pretensión y el cuello es desesperación.
La final del festival será transmitida en la página de teatro UNAM a principios del mes de septiembre, donde Laura representará al Tec Estado de México.
“Estoy muy emocionada de darme cuenta de lo que puedo hacer y darme cuenta que no tengo limites, de aquí en adelante con la compañía quiero irnos a festivalear incluso internacionalmente porque es todo un honor representar al campus”, concluyó.
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