Su interés por la eficiencia energética en edificios hizo que Isabel Méndez, profesora investigadora del Tec, ganara en la categoría de Medio Ambiente
Cuando cursaba la carrera de Arquitectura en el Tec campus Estado de México, Isabel Méndez comenzó a interesarse en la sustentabilidad aplicada en su área.
Ella recuerda que en la realización de sus proyectos le pedían enfocarse más en la parte estética, sin embargo, ella siempre se interrogaba por qué hacer las cosas de cierto modo.
Gracias a la promoción de prácticas sostenibles, reducción de huella de carbono y el impulso a las llamadas smart cities, la ahora ganadora al Premio Mujer Tec 2024 en la categoría de Medio Ambiente cuenta cómo ha sido su labor para implementar nuevas tecnologías para una arquitectura sustentable a lo largo de su trayectoria.
El primer acercamiento a una arquitectura sustentable
De acuerdo con Méndez, durante la primera década del siglo XXI apenas comenzaban a sonar términos como el cambio climático y sustentabilidad.
“Recuerdo que el Tec tenía materias de sustentabilidad y al final de mi carrera llegué a meter tópicos relacionados con la tecnología y me llamó muchísimo la atención”.
Fue gracias a los tópicos que Isabel despertó su curiosidad por temas sustentables y tecnológicos aplicados al diseño arquitectónico, y comenzó a preguntarse en cómo aplicar estos aspectos en un contexto mexicano.
Méndez inició trabajando en un parque industrial, pero su interés por seguir aprendiendo acerca de la eficiencia energética la llevó a estudiar una maestría en Administración de la Energía y sus Fuentes Renovables en el Tec.
“Recuerdo que el Tec tenía materias de sustentabilidad y llegué a meter tópicos relacionados con la tecnología”.
“Revisando los tópicos, vi que tenían uno relacionado con la eficiencia energética en edificios, y cuando entré yo no sabía que esa maestría realmente estaba más enfocada a ingenieros mecatrónicos e ingenieros eléctricos”.
“A pesar de esto, mis estudios me ayudaron a la par con mi trabajo, yo era administradora de proyectos en el parque industrial y era la que gestionaba permisos como con la CFE, CENAGAS y CONAGUA”, explica Méndez.
La crisis existencial de los 20 y un doctorado
Isabel se graduó de la maestría y terminó su proyecto en el parque industrial y ante la incertidumbre de no saber qué hacer después de estudiar y ver un campo laboral limitado, decidió continuar con un doctorado en el Tec campus Ciudad de México.
“Esa crisis existencial de la que hablan tanto, a mí me llegó a los 25 años, no sabía qué hacer de mi vida, y cuando entré al doctorado me di cuenta de que la investigación era y es mi pasión”.
Una de las cosas por las que se enamoró de la investigación fue por la creatividad y la resolución de nuevos problemas.
“Esa crisis existencial me llegó a los 25 años, no sabía qué hacer de mi vida, y cuando entré al doctorado me di cuenta de que la investigación era y es mi pasión”.
“Yo seguía con la idea de poder mezclar tecnología en la arquitectura y Pedro Ponce, mi asesor de tesis me dijo que iba a colaborar con la Universidad de Berkeley en una investigación relacionada con termostatos, ahorro de energía y gamificación”, comparte Méndez.
Uno de los requisitos para poder titularse en un doctorado en el Tec, es haber obtenido al menos 2 publicaciones del producto científico, ya sea en artículos de revista, capítulo de un libro e incluso un libro.
Con esta investigación, Isabel Méndez proponía reducir la huella de carbono y eficiencia energética, y logró titularse con alrededor de 27 publicaciones.
Proyecto mismo que la llevó a participar en el Doctoral Research Pitch del Tec Science Summit 2023 donde resultó ganar el primer lugar.
Terminado el doctorado y con un puesto como profesora investigadora en campus Ciudad de México, Isabel Méndez se interesó aún más en poder combinar la tecnología y la arquitectura, y se convirtió en coordinadora de la Concentración de Arquitectura avanzada.
Esta especialización, la profesora la había pensado para que fuera un espacio donde los estudiantes de Arquitectura desarrollaran ciudades inteligentes desde un punto de vista multidisciplinario.
“Al inicio, nadie sabía que iba a resultar de la concentración, ni siquiera los alumnos sabían qué esperar, había hasta profesores de Ingeniería enfocados en el medio ambiente, electrónica e incluso en experto de realidad virtual.
“Al final, los estudiantes terminaron animados y logramos mezclar la cuestión de inteligencia artificial, que es un plus para la arquitectura”.
El Premio Mujer Tec 2024
Fue con un correo electrónico que Isabel Méndez se enteró del Premio Mujer Tec donde la invitaban a aplicar, ante la incertidumbre de nunca haberse postulado, decidió enviar el formulario para la categoría de Medio Ambiente.
“Ya no cuentan solo las acciones individuales, es incluso visibilizar y sumar a más mujeres en estrategias de ahorro de energía”.
“Recuerdo que lo mandé en el día límite para las postulaciones y una de mis motivaciones fue que mi asesor de tesis me animó a participar.
“Cuando me dieron la noticia que había ganado me sorprendí mucho, yo no tenía la menor idea de nada, porque no sabía si lo que había hecho era suficiente”, expresa.
Isabel comenta que este premio la motiva a seguir trabajando para la promoción de ahorro de energía, así como involucrar a más mujeres en el campo.
“Ya no cuentan solo las acciones individuales como el no usar popote o vasos desechables. Creo que va más allá de esto, es incluso visibilizar y sumar a más mujeres en estrategias de ahorro de energía”.
Para la profesora, el premio además de motivarla a la promoción de prácticas sostenibles también significa seguir peleando por la brecha de género en la ciencia y el campo laboral.
“El Premio Mujer Tec me abrió los ojos de algo que no era consciente, el lugar en el que estoy es un privilegio, no cualquier mujer puede acceder a donde estoy, son muy pocas las mujeres en la industria que están en puestos de liderazgo.
“Vi una estadística que solo 1 de cada 7 empleadores son mujeres, mi primer empleador fue hombre, el segundo también, estando en el doctorado igual y en el área donde estoy, es difícil ver a otras mujeres trabajando en esto”, afirma la investigadora.
Isabel Méndez comenta que uno de los desafíos más grandes que se ha enfrentado a lo largo de su vida es encontrar una fuerte red de apoyo, pues es lo que la ha ayudado a llegar a donde está.
Por esto mismo, aconseja a las mujeres en no perder el objetivo de lo que quieren en la vida y encontrar esta red que les ayude a seguir creyendo en ellas mismas.
“Tienes que aprender a vivir con el rechazo, yo creo que lo más importante es alejarse de un círculo social tóxico, al final tú decides a quién tienes como apoyo. A la larga, ese mismo círculo te va orientando, rodéate de personas que te puedan impulsar y motivar, y olvida tener ese complejo de salvadora”, finaliza.
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