Juan Ramón Lara, estudiante de Ingeniería Biomédica (IMD) del Tec de Monterrey en Ciudad de México quiere aportar a la sociedad estudiantil a través de su proyecto Decidiendo un Futuro.
El emprendimiento tiene como objetivo ofrecer orientación vocacional a estudiantes de todo el país a través de charlas, cursos, ferias, sesiones de networking y podcast.
Este proyecto surgió a raíz de la pandemia por COVID-19 cuando Juan se dio cuenta del privilegio que era saber lo que quería hacer de su futuro profesional.
“Me percaté de cuántas personas no han tenido esa oportunidad de conocer a las personas indicadas, porque muchas veces la elección de carrera se resume en eso, en qué conoces y quieres ser como cierta persona”, menciona.
Decidiendo un Futuro comenzó como una feria de carreras virtual y con un equipo conformado por estudiantes de distintas universidades del país como la UNAM y Universidad Anáhuac.
Esta feria de carreras virtual consistió en crear una red de contactos con 45 profesionistas que hablaran de su carrera y experiencia laboral a estudiantes de toda la República.
Posteriormente Juan Lara y su equipo comenzaron a idear talleres capacitadores en torno al discurso de orientación vocacional enfocados en estudiantes de secundaria.
Para dar estos talleres capacitadores primero fue necesario que ellos mismos supieran cómo capacitar a los jóvenes, por lo que realizaron un proceso de formación con psicólogos especializados en orientación vocacional.
Fue de esta manera que terminaron con un taller dividido en módulos:
- Tipos de aprendizaje: kinestésica, visual, auditiva.
- Tipos de personalidad
- Áreas profesionales: orientando a los estudiantes en escoger las más de 1500 carreras que hay en México.
- Ikigai: filosofía Japonesa que responde al “para qué estoy en el mundo”.
"Una cosa es tu trabajo y otra es tu misión, tu vocación y tu pasión".
En opinión del estudiante actualmente las herramientas de orientación vocacional se han vuelto parcialmente obsoletas.
“Nos enseñan cómo contestar estos cuestionarios, pero nunca sabemos qué significan los resultados, son como una foto y esta foto puede cambiar a lo largo de tu vida”, añade.
De igual forma, una de sus mayores preocupaciones es que estas herramientas estuvieran al alcance de todos los estudiantes, por lo que se acercó a las comunidades marginadas.
“Trabajamos con una escuela secundaria en Ecatepec, iniciamos con chicos de tercer año para explicarles el curso. El objetivo de esto era que los chicos de tercer año les dieran el curso a los de segundo, los de segundo a primero y así sucesivamente”.
Como parte de esta actividad Decidiendo un Futuro ya se ha acercado a estudiantes de la Ciudad de México y de varios estados del país como Estado de México, Guanajuato, Veracruz y Quintana Roo.
Actualmente, Decidiendo un Futuro se encuentra en la búsqueda de capital semilla con el propósito de llegar a más estudiantes.
Hasta el momento el proyecto de orientación vocacional ha acompañado a más de 350 jóvenes para elaborar un plan de vida y de carrera profesional y ha tenido hasta 3 mil 700 asistentes en cursos virtuales.
Deep learning y la inteligencia artificial
Una de las formas en las que su carrera de IMD le ha ayudado a Juan Ramón en su emprendimiento social es el poder implementar la inteligencia artificial (IA) y el deep learning.
El deep learning es una herramienta que ayuda a simular artificialmente un cerebro humano a través de la programación de escenarios y enseñarle a la computadora patrones en determinadas situaciones.
Usando esta herramienta junto con la IA se pueden identificar patrones en las carreras, determinando qué parámetros son esenciales en cada una e identificar el perfil que cada persona tiene, verificando si son compatibles con la carrera que desean.
Asimismo, menciona que las redes sociales como Facebook, Instagram y TikTok pueden ayudar a formar el perfil de cada estudiante con el uso de sus algoritmos.
“Estamos tratando de utilizar estos datos para poder identificar la carrera con el mismo contenido que consumen, y así se den cuenta de las cosas le gustan y de las que no”, agrega.
El Modelo Tec21 y la orientación vocacional
Por otro lado el estudiante comentó acerca de cómo las universidades están atacando este problema que afectan a los jóvenes que están definiendo su futuro profesional.
“Un ejemplo es el Modelo Tec21 (del Tec de Monterrey) donde tienen este espacio más formativo en los primeros años y luego se van especializando. Es como quiero que las juventudes se den cuenta que su carrera no tiene que definir el resto de su vida”.
Enfatiza en su objetivo de romper con los paradigmas al señalar que hoy los profesionales deben ser personas multidisciplinarias, sin importar la carrera en la que un estudiante esté.
“Yo soy ingeniero biomédico y no por eso no puedo salir de un hospital; a mí me pueden interesar temas sociales y de humanidades, tenemos diferentes facetas de la vida, por eso una cosa es tu trabajo y otra es tu misión, tu vocación y tu pasión”, finaliza.
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