En su búsqueda por encontrar la forma de apoyar a su comunidad, Luis y un grupo de jóvenes decidieron empezar con un proyecto de amigos, que pronto se convirtió en un cambio para muchas familias, en una de las noches más importantes del año: Noche Buena.
Operación Pollo ha sido durante 8 años un proyecto que busca compartir una cena que consta de piezas de pollo, complementos y bebidas, a todas aquellas personas que el 24 de diciembre están en las calles, cruceros, etc., trabajando para poder tener pan en la mesa. El objetivo del proyecto es darle, en este día tan especial, una pequeña muestra de solidaridad a todos aquellos que lo necesitan.
¿Cómo nació operación pollo?
“Fue una historia bien chistosa, en donde hace un poco más de 8 años yo vi un post en redes sociales en donde buscaban ayuda para regalar pollos en la ciudad el día 24 de diciembre y pensé que estaba padrísimo, un pollo podría costarme no más de $50, en ese tiempo, por lo que pensé que con $100 podría ayudar a alguien. Cuando llegué con la persona que estaba promoviendo el evento, me llevé la sorpresa que solo estábamos mis dos hermanos y yo, y le dije que le dejaba el dinero y nos retirábamos; sin embargo, ella me comentó que querían realizar el evento en grande logrando generar un mayor impacto, y fue en ese momento en donde decidí unirme a la organización de uno de los proyectos que cambiarían mi vida y que hoy en día han dado comida y alegría a muchas familias en un día tan importante. Y algo que comenzó como buena causa de amigos hoy tiene toda una estructura con colaboradores y proveedores de diferentes partes del país”
¿Qué impacto ha tenido Operación pollo en la sociedad de Tuxtla Gutiérrez?
“Ha sido un impacto bastante grande, el primer año que realizamos este proyecto se querían repartir 100 cenas y al terminamos regalando 500 cenas, y poco a poco hemos estado creciendo aproximadamente de 500 más que el año anterior llegando a la meta de este 2017 de 4,000 cenas. En total hemos beneficiado a más de 12,000 personas en lo que llevamos del proyecto y vamos por otras este año llegando a 16,000 personas beneficiadas y para el próximo 2018 se espera aumentar la meta a 5,000 cenas repartidas. Para mí, lo importante son las personas nuevas que se suman a esta causa, porque lo que me movió a mí para aportar a este proyecto fue pensar que, en lo mínimo, puedo hacer algo que significa mucho para ayudar a los que más lo necesitan y considero que es la columna vertebral de operación pollo. Es un proyecto que dura todo un año donde tienes que estar involucrado y además una causa en la que no importa la ocupación o la edad para poder ayudar. El impacto más grande es el hecho de que tenemos a más de 500 voluntarios y 50 empresas involucradas en esta ayuda.”
En tu opinión, ¿consideras que las empresas de hoy, están interesadas en apoyar a este tipo de proyectos sociales?
“Si, sin duda. Hay un punto interesante dentro del proyecto, nosotros no buscamos patrocinadores, nosotros buscamos bienhechores, que a diferencia de un patrocinador al cual le ofreces un beneficio a cambio de su ayuda, un bienhechor apoya por el simple hecho de ayudar con la causa. Todas las empresas que trabajan con nosotros son bienhechoras, no están con nosotros porque quieran algo a cambio sino porque realmente tienen el deseo de ayudar. Las empresas colaboradoras al proyecto además de su ayuda económica están interesadas en que sus colaboradores participen activamente en el desarrollo de éste. Y con ésto vemos que el impacto de Operación Pollo no sólo se queda en cuántas cenas repartimos, sino es todo lo que está detrás de cada una de esas cenas entregadas.”
¿Qué consejo le darías a los jóvenes para que se animen a desarrollar estos proyectos que ayuden a la sociedad?
“Empieza por algo pequeño, pero hazlo. Porque es lo que he aprendido dentro de Operación Pollo. Cuando invitamos a las personas para integrarse a este proyecto no los invitamos a desarrollar un macro evento y juntar miles de pesos, Operación Pollo te pide que nos ayudes un día, y si con ese día te enganchaste con la causa, el próximo año estoy seguro que ya no sólo será un día sino más días para ayudar a la organización, y luego te darás cuenta que puedes hacer cosas más grandes.”
“¡HAZLO!, AUNQUE SEA PEQUEÑO” concluyó Luis.