Dentro del festival de cultura del Tec, VibrArt, la directora de orquesta compartió el reto de enfrentar la pandemia
Por Ricardo Treviño | Redacción Nacional CONECTA - 03/05/2021 Fotos Notimex via AFP, PIXABAY

La directora de orquesta mexicana, Alondra de la Parra, pasó de dar conciertos para miles de personas en ciudades como Nueva York, Londres o Berlín y tener agenda con años de anticipación, a tener que replantearse cómo seguir vigente en la música.

Esto fue parte del testimonio que compartió con estudiantes del Tec durante su conferencia magistral en el marco del VibrArt, Arts & Culture Festival 2021.

Fue un abismo total. El mundo completo había cambiado y me sentía completamente inmóvil porque no tenía manera de hacer nada, más que estar en casa, con mis hijos por supuesto, pero sin ninguna perspectiva de qué pasaría”, planteó.

Sin embargo, Alondra un día se le ocurrió una idea, que se convertiría en toda una hazañareunir a 30 de los músicos más talentosos del mundo en un proyecto filarmónico virtual, y al mismo tiempo, recaudar fondos para apoyar a sectores vulnerables de mujeres y niños en México.

 

Alondra de la Parra compartió una charla sobre sus experiencias durante la pandemia.

 

Una pandemia que afecta a todos

Antes del confinamiento a causa del COVID-19, la carrera de Alondra giraba en torno a dar conciertos en diversas partes del mundo.

“En los escenarios teníamos a 100 personas tocando juntas, respirando juntas, viéndonos, hombro con hombro; empezó la pandemia y lo primero que se cierra son los teatros. La industria del entretenimiento se iba en picada, pasó del todo al nada”, recordó. 

Al margen de disfrutar más tiempo y realizar actividades con sus hijos, pronto le comenzó a preocupar la cancelación de los conciertos.

“Esta situación fue alarmante, cómo puede ser que de repente no pueda hacer lo que sé hacer y lo que es mi profesión”, reflexionó la directora.

 

Los músicos de orquesta fueron afectados por la pandemia.

 

Con el paso de los días, Alondra pensaba en cómo la estarían pasando, no solo sus colegas en la música, sino también personas que tenían otros oficios y profesiones.

La pandemia fue como un nivelador: en muchos sentidos nos unifica, nos hace a todos iguales, porque todos pasamos por ahí. A algunos les fue peor que a otros, sin duda, pero nadie se salvó", señaló.

Eso le despertó una sensibilidad en torno a la vulnerabilidad de las demás personas y la suya misma, por lo que empezó a idear un proyecto en el cual ofrecer sus destrezas y capacidades en favor de otras personas.

 

“La pandemia fue como un nivelador: en muchos sentidos nos unifica, nos hace a todos iguales, porque todos pasamos por ahí"

 

 

"¿Qué tal si...?"

Para comenzar a darle forma a su idea, la pregunta clave fue: "¿Qué tal si...?"

“Pensé, ‘¿me quedo con los brazos cruzados? ¡Pues no!’ Empecé a pensar: ‘¿Qué tal si junto a los mejores músicos del mundo que conozco? ¿Qué tal si hacemos una orquesta virtual de la mejor calidad posible?"

“Los invito a que se hagan esas preguntas, que se hagan ese planteamiento”, sugirió a los estudiantes que seguían su conferencia.

Poco a poco fue contactando a los artistas que conocía, como al compositor del Danzón No.2, Arturo Márquez; la bailarina, Elisa Carrillo; entre otras personalidades.

“Mis músicos favoritos, a todos les hablé y la mayoría me dijo que sí, y se empezó a hacer una colaboración en la que todos lo iban a hacer, sin cobrar nada.

“Les dije que íbamos a hacer un esfuerzo por recaudar fondos y hacer conciencia acerca de sectores que carecían de oportunidades o sufrían violencia, y que de esa manera, poner un granito de arena a temas globales que a todos nos importa”.

 

Su consejo: volver un "NO" en una hazaña

Sin embargo, Alondra reconoció ante los estudiantes del Tec que seguían su charla, que aprendió mucho de una respuesta negativa 

“Alguien me dijo, ‘sí, suena increíble, me gusta mucho la idea pero, yo no quiero participar", le respondió a la directora, argumentando también que sus participaciones eran en proyectos con estándares de calidad altísimos.

Aunque reconoce que sintió tristeza, eso le ayudó a dimensionar cómo generar un mejor concepto de concierto virtual, por lo que aconsejó a los jóvenes usar los "NO" como una enseñanza.

“Los no son fundamentales porque te ayudan a crecer, a adaptarte, a ver cosas que no estabas tomando en cuenta. Es normal que haya un coraje, es difícil escuchar un no, pero después, piensen qué están aprendiendo de ese no”, les enfatizó Alondra.

 

Alondra de la Parra compartió una charla sobre sus experiencias durante la pandemia.

 

Una vez confirmados los músicos para su proyecto, su siguiente reto era cómo grabarlos, ya que todos estaban en lugares distintos.

“Yo no sé de producción de cine o de videos y tuve que investigar mil cosas de todo lo que no sabía.  

“Les digo, todo lo que no sepan, pregunten, indaguen, pidan opiniones y consejos. Es mucho mejor que, por miedo, no investigar o preguntar, o tratar de hacer como que saben”, dijo la directora.

Acudió a un director de cine que conocía, quien le dio una “receta técnica” para que pudiera replicarse en todas las ciudades donde se encontraban los músicos.

Incluso, platicó que se tuvieron que montar estudios en los domicilios de los artistas y en algunos casos, repetir las tomas para obtener la mejor calidad.

 

"Los no son fundamentales porque te ayudan a crecer, a adaptarte, a ver cosas que no estabas tomando en cuenta"

 

Ayuda para mujeres y niños de México

Para Alondra todo el esfuerzo valió la pena. Con lo recaudado en el concierto virtual se apoyó  a fundaciones como Save the Children, con 34 centros de educación infantil, y el Fondo Semillas, Mujeres Sembrando Igualdad.

“Con esos fondos pudimos ayudar a la comunidad Melel Xojobal, un lugar donde trabajan con niños y niñas, jóvenes indígenas del estado de Chiapas para mejorar su calidad de vida.

“También mandamos ayuda a la cooperativa Jolom Mayaetik; ayudamos a la Red Nacional de Refugios, con 69 espacios donde trabajan para prevenir, atender y proteger a mujeres y niños en situación de violencia”, señaló.

Además, se dio soporte a proyectos que dan educación musical a niños de escasos recursos como la Orquesta Sinfonías por el Cambio, en el Estado de México; y la Banda Filarmónica Femenil Ka´ux, en Oaxaca.

“Vuelvo al momento en el que me sentía desolada, triste, preocupada y sin mucha perspectiva. Me di cuenta que me tocaba ayudar; me da mucho gusto que no me quedé ahí y que fui descubriendo a tanta gente que se involucró.

“Después de haber tenido todas estas experiencias con tanta gente maravillosa y haber aprendido tanto. No era que yo estaba haciendo un proyecto, pensé que así era, pero no, el proyecto me estaba haciendo a mi, y me cambió”, finalizó la directora.

 

VibrArt: el festival de arte y cultura del Tec

VibrArt, que inició el pasado 30 de abril y culminará el 9 de mayo, es un espacio donde alumnos del Tec comparten su talento en artes como baile, actuación, cine y literatura.

"En el Tec de Monterrey la formación integral ha sido uno de nuestros diferenciadores, y en este contexto de pandemia, VibrArt es una oportunidad para reforzar, buscar y enaltecer esos elementos que nos hacen ser humanos", ha señalado David Garza, rector y presidente ejecutivo del Tec.

Además de Alondra de la Parra, también habrá conferencias con el bailarín Isaac Hernández y el fotógrafo documental Mauricio Ramos.

Puedes seguir todas las actividades del festival VibrArt en live.tec.mx o en las redes sociales de VIBRART Tec de Monterrey.

 

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