Dentro del congreso BOWLS, organizado por el grupo estudiantil Dar + por México de campus Santa Fe, estuvo presente Ismael Hernández, egresado del Tec y primer medallista olímpico mexicano en pentatlón moderno.
Ismael contó su trayectoria y compartió con los estudiantes del Tec los pilares que lo llevaron a triunfar en esta disciplina.
El medallista olímpico comenzó la conferencia situándo a la comunidad en su infancia, pues fue ahí que adoptó su primer deporte, la natación.
Si bien Ismael no era el mejor cuando comenzó, explicó que gozando en la alberca fue que descubrió su mantra para la vida y para el deporte: “Mañana lo voy a volver a intentar”.
“Me llevaron a encontrar, dentro de una alberca, la perseverancia” compartió el atleta.
Esa fue la primera lección que el deportista compartió con la comunidad Tec. Además, explicó que se trata de una frase que él decía con la inocencia de un niño, y que ahora vive con la madurez de un adulto.
El segundo deporte que Ismael descubrió fue la carrera de 100 metros, para él el atletismo es algo natural, a diferencia de la natación o el tiro, en los que logró destacar más tarde gracias a su esfuerzo. Compartió además que este fue un proceso sumamente enriquecedor.
“La parte de tiro me enseñó a tener claridad en el objetivo”, puntualizó.
Fue poco después que Ismael llegó a su cuarta disciplina, la esgrima, inspirado por la novela de Alejandro Dumas, Los tres mosqueteros.
Es aquí en donde el atleta conoció la frustración de no poder mejorar a pesar de entrenar horas extra pero gracias a sus competencias fallidas en este deporte, y a reflexionar junto a su padre, logró finalmente convertirse en mosquetero.
“A veces es necesario decir sí, la regué”, admitió Ismael.
Tras años de entrenamiento, llegó a su quinta disciplina deportiva, la equitación. En su camino por terminar de convertirse en mosquetero tenía que volverse más adaptable, y este fue el deporte perfecto para ello, pues tuvo que aprender a competir con diferentes caballos y trabajar con sus diferentes personalidades.
Para el medallista la adaptabilidad al cambio significa ser flexible puesto que los obstáculos nunca cesan.
Ismael compartió que esto lo aprendió después de un accidente con un caballo que le dejó varias fracturas y le impidió competir en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Sin embargo, rendirse no era opción.
“El mosquetero no le huye a los obstáculos; los enfrenta”, señaló.
Siempre hay un mañana para volver a intentarlo
Ismael definió los juegos de Río 2016 como su siguiente objetivo, compartió que esta vez estaba seguro de que ganaría, pero no por soberbia, sino porque sabía que se había preparado bien.
El atleta obtuvo la medalla de bronce y puso en alto el nombre de México en el podio, demostrando que siempre hay un mañana para volver a intentarlo.
Finalmente, Michelle Pierson, coordinadora de BOWLS compartió que este congreso se basa en el liderazgo ya que invitan a ponentes de diferentes perfiles para impactar a toda la comunidad.
“La experiencia de Ismael te motiva muchísimo, el hecho de que sea el primer medallista olímpico mexicano en pentatlón moderno, que sea egresado del Tecnológico de Monterrey y que haya logrado todo lo que logró te deja con ganas de comerte al mundo y decir sí se puede”, concluyó Michelle.
SEGURO QUERRÁS LEER TAMBIÉN: