*Dolores Marroquín | Opinión | Profesora de la Escuela de Humanidades y Educación
A las personas nos gustan los ritos, nos gustan los mitos, cumplimos ciclos y también los celebramos; tenemos una tendencia a buscar el origen de nuestro presente porque es la forma como nos sentimos identificados con nuestro pasado y nuestro futuro. Algo que nos hace sentir arropados y pertenecientes.
Existen en occidente 3 acontecimientos que se celebran por las mismas fechas. Samain, Día de muertos y Halloween y casi siempre en la víspera, comienza entre la gente la especulación sobre el origen de estas conmemoraciones, y se empieza a juzgar mucho el hecho en cuanto a su origen pagano y a su relación con el consumismo.
Samain (31 de octubre/originalmente 1 de noviembre) se conmemoraba desde la Edad de Hierro y es la festividad de origen celta más importante hasta su conversión al cristianismo; Halloween es una versión moderna de Samain, adoptada en EU; el Día de muertos es el festejo que se da en México los días 1 y 2 de noviembre a los muertos, y que acontecía desde 3 mil años antes de la llegada de los españoles; el día de los difuntos en España, sucede justo el 1 de noviembre.
Al estudiar estos sucesos nos podemos dar cuenta de una gran cantidad de coincidencias que existen entre estas 3 celebraciones.
Primeramente, las fechas, el inicio del tiempo de frío en todos los países pertenecientes al hemisferio norte. La época de la cosecha, fruto del esfuerzo de las personas, que les garantizará el alimento durante el invierno y la época de preparación para estar en resguardo.
Otra de las coincidencias es la muerte y el profundo misterio que de ella emana, así como la esperanza de un reencuentro con los seres amados que ya no están entre nosotros, y de su bienestar mientras no están a nuestro lado.
Otra, son los alimentos, que a las almas de los muertos se les ofrecen en esos días en las 3 celebraciones, en el caso del Samain, se veneraba al dios de la muerte y del frío invernal, mediante el sacrificio de seres humanos que eran ahogados en grandes barriles. Sin embargo, hay características que son únicas en México y su Día de muertos, tales son, la abundancia, lo fantasioso de los panes y adornos, así como el humor y alegría con la que se ve esta festividad.
Las religiones al no poder erradicar las costumbres “paganas” las tienen que asimilar, y todo apunta, aunque muchos estudiosos lo niegan categóricamente, el día de muertos no parece ser la excepción. Tal es el caso de Midsummer (fiesta del solsticio de verano que se celebra en Europa del Norte) con el día de San Juan Católico; y de la Navidad y el solsticio de invierno.
No dejan de existir los grupos religiosos que ven al Halloween como una amenaza al Día de muertos, y los intelectuales que lo ven como una forma del imperialismo y consumismo de EU.
Competencias entre paganos, cristianos, protestantes, conquistados y conquistadores también las hay. Sin embargo, ni el culto a la muerte, ni el deseo de reunirnos con nuestros seres queridos, termina. Y mientras unos siguen con el pleito, otros los ven son ojos menos radicales y disfrutan de ambas fiestas, y los niños, disfrazados de brujas, y demonios, llevan sus calaveritas y flores de cempasúchil en las manos.
No se puede dejar de lado tampoco la influencia de los medios de comunicación en la actualidad, y la hibridación de las culturas al tener a tanta gente trabajando en EU. Finalmente, los americanos también festejan a nuestra Virgen de Guadalupe y nuestro 5 de mayo.
Mucho menos podemos negar que todo eso también es un pretexto, como tantos otros que tenemos los seres humanos, de reunirnos y de gozar de la vida recordando la muerte. Finalmente, todos, en algún momento, tendremos que dejar este mundo, que no nos quede la menor duda.
*La autora es docente de la Escuela de Humanidades y Educación, imparte los siguientes cursos en el Departamento Regional de Lenguas: Taller de análisis y expresión verbal, Expresión verbal en el ámbito profesional y Argumentación. Colabora, anualmente, con la Feria Internacional del Libro en la organización de las actividades: La vuelta al mundo en ocho cuentos, la vuelta al mundo en ocho cuentos silenciosos y La vuelta a México en ocho cuentos.
Contacto: marroquin@tec.mx
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