A finales de 2019 se registraron 216 películas producidas en México, lo que representó el número más alto en toda su historia y el 49 por ciento de ellas fueron producidas con algún apoyo del Imcine.
A 10 meses de este suceso, el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), estímulo para la producción y distribución cinematográfica, desaparece.
El profesor del Tec de Monterrey del campus Ciudad de México y campus Estado de México, Alan Gutierrez, quien imparte materias relacionadas a la realización cinematográfica, explicó a CONECTA cómo ha sido la producción en México y qué es lo que sigue después del fin de este fideicomiso.
“Gastar esa cantidad de dinero en una película mexicana, es prácticamente desahuciarte cuando no tienes un apoyo.
“Ese otro 50 por ciento son películas que se hacen con recursos privados, pero tampoco tenemos un estándar porque sobre todo en el cine independiente lo haces con lo que puedas” comentó el profesor.
De acuerdo con el Anuario Estadístico del Cine Mexicano de 2019, el costo promedio de una película durante el año pasado fue de $17.2 millones, sin embargo, gran parte de este dinero viene del apoyo antes mencionado.
“Se considera en el cine mexicano que para que la película no pierda, tienes que meter 1 millón de espectadores que aproximadamente equivale a $50 millones, por el costo del boleto.
“Sin embargo, las últimas estadísticas muestran que nada más 12 películas entraron arriba del millón de espectadores y casi todos los años es igual”, agregó.
El experto comentó que era muy común que los cineastas mexicanos dividieran su presupuesto con diferentes apoyos que además les permitía vivir de hacer películas.
“Te ibas apoyando. Una de Fidecine otra de Foprocine que este año las fusionaron, pero de dónde viene el mayor apoyo es del Eficine porque las empresas de su ISR te pueden dar hasta $20 millones y aparte lo podías combinar con los fideicomisos antes mencionados”, comentó.
¿Qué sigue para el cine mexicano?
Antes de pensar en cómo realizar una película con recursos propios, es importante señalar la situación mundial en la que vivimos, así lo considera el profesor del Tec.
“Hay que ver que tenemos un gran problema en todos los sectores y el cine, año y medio o de perdida un año, no va a ser un buen negocio.
“Ahorita tenemos las salas al 30 por ciento y si bien nos va, llegarán al 50 por ciento hasta que empiece a haber una vacuna y se puedan abrir otra vez”, dijo.
A pesar de lo que se ha mencionado, el Instituto Mexicano de Cinematografía buscará apoyar a los cineastas de otras formas.
“No queda otra cosa que esperar, porque dicen que el apoyo seguirá, se va a dar de una manera más directa, el problema es que todavía no sabemos cómo y yo basado en los hechos creo que sí habrá un recorte.
“Ahora, parte de lo que hace que subiera la producción de películas es el Eficine, artículo 189 que ese no se quita” agregó.
Al final, el profesor alentó a los realizadores a que continuarán haciendo cine, a pesar de las circunstancias que los rodean.
“Tenemos que perder el miedo a hacer las cosas, hay que contar las historias y con los recursos que tenemos. Yo he aprendido a lo largo de mi carrera que nunca tenemos las condiciones que quisiéramos para hacerlo”, concluyó.
Alan Gutiérrez, se encuentra en la post producción de su película Síncopa, realizada a principios del 2020 con el apoyo de alumnos del Tecnológico de Monterrey.
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