La descarbonización del sector eléctrico juega un papel fundamental para la consolidación de una transición energética escalonada, hacia otros sectores como el de transporte y el industrial, aseveró el investigador de la Escuela de Ingeniería y Ciencias en el Tec campus Monterrey, Oliver Probst Oleszewski.
Sobre este tema, el también profesor del Grupo de Investigación con Enfoque Estratégico en Energía y Cambio Climático, publicó recientemente el libro: “Transforming the Grid Towards Fully Renewable Energy”, en colaboración con otros editores, como: Sergio Castellanos de la UC Berkeley y Rodrigo Palacios de la Iniciativa Climática México.
En entrevista para CONECTA, Probst Oleszewski, señaló que esta publicación busca proporcionar los fundamentos conceptuales de un sector eléctrico profundamente descarbonizado, así como difundir estrategias para una transición exitosa hacia el uso energías limpias, el diseño de nuevas economías renovables y posibles hojas de ruta para una transición energética a nivel mundial.
Y aunque podría parecer técnicamente riguroso, el libro también pretende ser una lectura entretenida e inspiradora para investigadores y estudiantes avanzados, expertos en la industria de la energía eléctrica y tomadores de decisiones en política, industria y finanzas, comentó.
El profesor de física y energías renovables del Tec, destacó que existen compromisos internacionales adoptados por varias naciones en el mundo para reducir sus emisiones globales a “cero” hacia el año 2050, lo que implica una transformación profunda y a nivel global de la economía y todos sus sectores rumbo al aprovechamiento de las energías limpias.
“El tema subyacente es la descarbonización, significa que todos nuestros procesos productivos o de transformación, no deben estar generando CO2 u otros gases de efecto invernadero de manera sistemática”, comentó el catedrático.
En el caso de México, Oliver Probst, indicó que en 2017 el país fue punta de lanza en la generación de energía eólica y solar, lo que propició en ese entonces, la posibilidad de ofertar un costo competitivo para producir electricidad por debajo de los 20 dólares por megawatt.
“No hay tecnología para la generación de energía que sea más barata que la energía eólica y la fotovoltaica, por lo menos a grandes escalas”, reconoció el investigador de la EIC.
Reiteró que, una vez descarbonizado el sector eléctrico, habrá las condiciones para hacer lo propio en otros sectores, como el transporte y la transición hacia la electromovilidad en distancias relativamente cortas y el aprovechamiento de combustibles derivados del hidrógeno.
“No hay tecnología para la generación de energía que sea más barata que la energía eólica y la fotovoltaica, por lo menos a grandes escalas”.
Mientras que la descarbonización en el sector industrial avanzará por su parte con la creación y el aprovechamiento de químicos a base de hidrógeno, todo esto, en función a la disponibilidad y precios competitivos de las energías renovables, apuntó Oliver Probst.
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