“Para mi, la charrería es un estilo de vida muy bonito que requiere constancia, valor y determinación para poder sobresalir".
Así dice Antonio Domínguez, quien actualmente cursa su primer semestre en la entrada de negocios en campus Toluca
Desde pequeño, Antonio se fue enamorando de este deporte, gracias a su padrino Benjamín.
“Mi padrino fue charro y siempre me llevaba a ver sus competencias. Estuve rodeado de gente del mundo ecuestre por las amistades de mi padrino y por mis demás familiares que se dedican al campo.” recordó Toño.
Comenzó con la charrería en cuarto de primaria, pero un problema de salud lo hizo pausar por un tiempo y retomó este deporte hasta que ingresó a PrepaTec.
Desde el 2017 practica este deporte en las instalaciones del Lienzo Charro: Rancho Guadalupe ubicado en el municipio de Ixtlahuaca, Estado de México.
“Mi primera competencia fue el día 16 de septiembre de 2018 con el equipo Rancho Guadalupe, durante los festejos de las fiestas patrias en Ixtlahuaca.” dijo Toño.
Uno de los principales obstáculos que ha enfrentado durante su etapa dentro de la charrería ha sido el no contar con un caballo propio, dado que en su familia no hay quien se haga cargo de él.
“Todo ha sido posible gracias a mi maestro Alfonso Sandoval, que me ha proporcionado un espacio óptimo para practicar, así como con el ganado equino y vacuno necesario”, recalcó Antonio.
Agregó que aunque le ha costado trabajo combinar el deporte con sus estudios se siente orgulloso de la determinación y constancia que ha tenido en ambas esferas.
“Considero que todos los mexicanos debemos sentirnos orgullosos de este deporte ya que es reflejo de las tradiciones y costumbres de nuestro país.” finalizó Toño en entrevista con CONECTA.