Alfonso Iván Cervantes León, estudiante de noveno semestre de Ingeniería Química Administrativa del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, desarrolló en el Hub de Emprendimiento Social, BioYum, una empresa en pro de la agricultura sustentable tecnificada.
“Estudio Ingeniería Química Administrativa con el fin de poder complementar mi pasión por las ciencias y la ingeniería. Sin duda una de las mejores decisiones que he tomado para mi futuro profesional,
“Los cambios que he tenido a lo largo de mi trayectoria en el Tecnológico de Monterrey me ha permitido entender mejor el papel que tengo en mi entorno y poder contribuir a mejorarlo en la medida de lo posible”, dijo en entrevista a CONECTA.
Liderazgo, flexibilidad, iniciativa, hipoteca social, creatividad, proactividad, trabajo en equipo multidisciplinario, gestión de tiempo, adaptabilidad, resolución de problemas y motivación, son solo algunas de las aptitudes que Alfonso ha desarrollado en el Tecnológico de Monterrey y que lo hicieron emprender este proyecto.
BioYum, está enfocada al desarrollo de fertilizantes orgánicos para mejorar las cosechas e impactar de forma positiva tanto el medio ambiente como en la sociedad y mejorar su calidad de vida.
“El impacto que se puede generar con el emprendimiento social es mayor, comparado con el normal debido a los enfoques que se tienen, porque se incluyen a personas vulnerables,
“Lo más complicado de comenzar a emprender es estar plenamente conscientes del problema el cual estamos atacando porque en ocasiones nos enfocamos primero en la solución y luego en el problema, lo cual debe ser al revés”, compartió.
La empresa creada por el alumno del Tec se dedica a la producción, aplicación, desarrollo y comprobación de tecnologías innovadoras, que son traducidas en sus productos bioseguros y de residuo cero, en apoyo al sector agroalimentario, para aumentar la productividad del campo en el marco de la producción sustentable.
Los productos que tienen actualmente son: Lombricomposta: fertilizante natural obtenido por lombricomposteo utilizando lombriz roja Californiana (Eisenia Foetida).
¿CÓMO SURGE LA IDEA?
Alfonso refiere que fue en su último semestre de PrepaTec donde cursó la materia morfofisiología celular y desarrolló su primer proyecto emprendedor.
“Fue complicado por el hecho de involucrar alimentos ya que muchos no están acostumbrados a incluir en su dieta insectos. Se puede decir que ahí surgió mi interés por crear proyectos innovadores para llevarlos a cabo en la vida real”, explica.
Ya en la carrera, coincidió con la Dra. Elizabeth Toriz y en un proyecto de clase, decidió crear una propuesta para el crecimiento óptimo de plantas.
“Se logró compartir las experiencias del proyecto con una escuela secundaria aledaña en una pequeña feria de ciencias en el campus. Me fui percatando que el camino que estaba siguiendo iba por buen rumbo, por lo que conservé los conocimientos adquiridos para mejorar las propuestas en mis futuras clases,
“Fue hasta el tercer año de la carrera, donde con el Dr. Murillo en la materia de Taller de desarrollo de nuevos productos, decidí mejorar la propuesta de primer semestre y así tener una mejor idea para lo que se vendría en las próximas semanas”, dijo.
Fue entre prueba y error, tomando muestras de los posibles fertilizantes, como Alfonso consiguió llegar a la solución adecuada para presentarla en la etapa final del proyecto.
“La aprobación del Dr. Murillo fue complicada pero se logró el objetivo. Ahí fue cuando me percaté que se podía escalar el proyecto a algo mucho mayor, pero fue hasta el siguiente año cuando se abrió la convocatoria para entrar al HUB de Emprendimiento Social.
“Ahí fue donde comencé a analizar cómo podría juntar mi proyecto con el aspecto de impacto social. Durante el programa pude estructurar dichas formas y así surgió BioYum, el cual es una empresa enfocada al desarrollo de fertilizantes orgánicos para mejorar las cosechas e impactar de forma positiva tanto el medio ambiente como en la sociedad y mejorar su calidad de vida”, contó.
Desafortunadamente, con la pandemia en curso, BioYum ha pausado la parte de producción del fertilizante y se enfoca en campañas de concientización para el cuidado del medio ambiente y el reciclaje residuos orgánicos e inorgánicos.
“Con trabajo y perseverancia podré llevar a cabo mi meta para que todo el trabajo que hay detrás de él se vea reflejado en la realidad.
“Por el momento no tengo contemplado escalar rápidamente, sino fortalecerlo en una comunidad en específico para que a partir de ahí pueda ir creciendo paulatinamente en las zonas más rezagadas del país”, aseguró.
Para finalizar, Alfonso, brinda un mensaje a la comunidad de emprendedores del Tec de Monterrey.
“Lo que puedo llevarme de esta participación en el Demo Day son las grandes lecciones que me brindaron en el programa para estructurar y modelar el proyecto de BioYum para que pudiera salir a la luz,
“Agradezco que me hayan dado la oportunidad de exponer mi propuesta de proyecto a diversas autoridades del Tecnológico de Monterrey, compañeros del programa y emprendedores sociales que me brindaron su retroalimentación porque esa es una forma de prepararnos para la realidad y ver de qué estamos hechos. Sólo de esta forma se crean los emprendedores que se necesitan actualmente”, concluyó.
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