Investigadores del Centro de Biotecnología FEMSA del Tec trabajan en estrategias para simplificar el procedimiento de diagnóstico molecular para SARS-CoV-2, empleando tecnología que se pueda tener prácticamente en cualquier laboratorio.
Este trabajo consiste en el uso de un equipo portátil y comercial “mini PCR”, integrado a un lector de placas, para realizar diagnósticos de SARS-CoV-2, como tecnología accesible para las pruebas.
En esta innovación participaron los profesores Everardo González, Itzel Lara, Sergio Martínez, Grissel Trujillo y Mario Moisés Álvarez, difundida en el portal “medRxiv”, y que fue tomada por el periodista Vivien Marx en el artículo “Think Simple” de la revisa Nature.
“Esta idea mereció la atención de los periodistas de nature.com, porque habilita el escalamiento del diagnóstico de COVID-19, uno de los grandes cuellos de botella que han vivido muchos países del mundo durante este evento pandémico", expresó Mario Moisés Álvarez, profesor investigador del Tec.
Recordó que el procedimiento estándar recomendado por la OMS para la detección de casos por el nuevo coronavirus es el método cuantitativo de retro-transcripción y reacción en cadena de la polimerasa o “RT qPCR”, por sus siglas en ingles.
Este método es muy exacto, pero requiere el uso de un termociclador cuantitativo, que en la mayoría de los casos no está al alcance de los laboratorios por su elevado costo
Además, necesita ser operado por personal muy especializado, reconoció el catedrático de la Escuela de Ingeniería y Ciencias.
“El costo de un termociclador cuantitativo oscila entre 500 y 700 mil pesos; además, necesita ser operado por técnicos especialistas”.
“Subyacente a la complejidad de la prueba, están los retos de montar el equipo, por eso hay tan pocos centros de diagnóstico COVID-19 en México”, agregó Álvarez.
“Esta idea mereció la atención de los periodistas de nature.com, porque habilita el escalamiento del diagnóstico de COVID-19, uno de los grandes cuellos de botella que han vivido muchos países del mundo durante este evento pandémico".
Frente a este escenario, los investigadores del Tec trabajaron en una metodología capaz de correr pruebas a través de un mini PCR, equipos compactos en los que es posible correr la reacción de PCR con “primers” o iniciadores que localizan y marcan la zona de ADN que se busca amplificar.
A esta tecnología se integra un lector de placas para conferirle al método un carácter cuantitativo.
El lector de placas mide la fluorescencia emitida por un compuesto que se une al material genético del virus, el cual se amplifica durante la reacción de PCR, explicó el profesor del Centro de Biotecnología FEMSA.
“Esto es un ejemplo de que ideas simples y bien materializadas están aportando soluciones relevantes al gran problema de la pandemia que estamos viviendo”, indicó Mario Moisés Álvarez.
La implementación masiva de pruebas moleculares de detección de SARS-CoV-2 es necesaria para identificar a las personas transmisoras del virus, aún si son asintomáticas.
Esto conllevaría habilitar programas mucho más eficientes e inteligentes de contención de la propagación de COVID-19, aseguró.
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