Si ser madre es un gran reto, serlo mientras se estudia lo es aún más. En entrevista para CONECTA, Dulce Escobar, Tanya Mejía, Susana Mendiola y Yuleima Arana, mamás estudiantes de Tec campus Toluca, nos comparten sus experiencias.
La hora cero
Saber que serás madre lo cambia todo: “me enfrentaba a algo completamente desconocido”, comentó Yuleima, “ahora no sólo tenía la responsabilidad de sacar adelante la escuela sino también de atender a una pequeña”.
“No sabía que iba a pasar con mi vida, por la edad no estás psicológicamente preparada. Todos los planes que tienes cambian, pero eso no significa que los dejes”, explicó Dulce.
La vida cambia, pero sigue
Todas coinciden en el giro que representó la llegada de un hijo mientras estudiaban, pero también señalan lo mucho que las ha ayudado a crecer. “Fue muy bonito. Piensas de otra forma y maduras”, afirmó Dulce.
“Quieres ser mejor mamá, mejor hija, mejor alumna”, compartió Tanya, quien agrega que ser mamá ha marcado un “nuevo y mejor inicio” en su vida.
“Ser mamá te revoluciona a tu mejor versión por darlo todo para tu hijo”, sostiene Tanya.
Sin embargo, ser mamá también supone un gran crecimiento, para Susana, se tradujo en madurez y responsabilidad que vino con un toque de alegría incomparable.
Ser mamá y estudiante
La gestión de tiempos fue un reto importante. Yuleima señaló lo difícil de “repartir el tiempo entre atender clases, tareas, exámenes, bañar a mi pequeña, darle de comer y otras tareas”.
"A diario me enfrento al reto de combinar mis tiempos, ser suficientemente metódica para tener buenos resultados en la escuela y tener tiempo con mis hijas", cuenta Susana.
Para Dulce estos fueron momentos de cansancio y desgaste emocional: “Tenía que esforzarme si no es que el doble, el triple para mantener la beca”. “Se me vino encima un mar de aprendizaje”, comparte.
Sobre apoyos
Los padres fueron un sostén grande para todas. “Ellos me han acompañado en este viaje, fueron quienes me impulsaron a seguir”, destaca Yuleima.
Para todas, el apoyo no sólo de sus familiares y amigos, sino de sus profesores, fue vital. Según Tanya, sus profesores estuvieron pendientes “de que me sintiera cómoda”, además de orientarla y ser flexibles y comprensivos.
Dulce comparte que encontró el apoyo no sólo en palabras, sino en actos. “Profesores se convirtieron hasta en invitados en los cumpleaños de mi hijo.”
Sin embargo, también apunta a lo tardío de la ayuda psicológica que recibió. “Me acerqué con mi directora porque no me lo ofrecían. Creo que a veces falta esa sensibilidad, no sólo con casos como el mío”.
El viaje de ser mamá
Sobre el significado de ser madre, Yuleima comparte: “Muchos dicen que llegaste a mi vida demasiado rápido, yo digo que llegaste en el momento indicado para enseñarme el verdadero sentido de la vida”.
Finalizando, Dulce agregó que “ser mamá es darte cuenta de lo fuerte que puedes ser, de los lejos que puedes llegar, de lo grande que puedes crecer, porque tienes ese motivo para seguir”.
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