Rene Rojas, mejor conocido como Iko Lee, es el responsable del taller de pantomima en el Tec de Monterrey campus Sinaloa. originario de Chile, el profesor Iko Lee comparte su pasión por el teatro con sus alumnos.
“La pantomima es el arte universal de contar historias sin el uso de la voz y bajo el ilusionismo de hacer que la gente vea cosas que no existen y que puedan comprender historias a través de objetos inexistentes”, definió Iko.
A principios de 2017, fue cuando el profesor inauguró el primer taller oficial de pantomima en la historia de campus Sinaloa, que causó un impacto positivo no solo en los alumnos, sino en el ámbito artístico del campus.
“El éxito que consiguió el taller al principio lo convirtió en una factoría”, señaló el profesor Iko.
“En todo momento nos encontramos desarrollando obras para diferentes eventos que demandan tanto dentro como fuera del campus”, añadió.
El prestigio del taller no solamente se lo acreditan a la alta demanda del mismo, sino que los alumnos del taller como los directivos del campus han destacado que una pieza clave del éxito es su profesor.
“Es uno de los maestros más únicos con los que he tenido clases, gracias a él he vivido experiencia en ningún otro lugar me hubiera tocado vivir, siendo él muy diferente en el mejor de los sentidos.” mencionó Edson, alumno de Iko.
El impacto en la vida estudiantil
De acuerdo a Iko, el cambio que viven los alumnos que entran al taller es muy amplio, afirmando que aquellos que son muy tímidos terminan por potenciar su habilidad social.
“No solo hacemos a la gente reír, sino que también estamos contando historias que hacen que la gente reflexione”, complementó Iko.
A su vez, el maestro destaca que los alumnos del taller obtienen un gran desarrollo de competencias gracias la presencia escénica, el sentido del liderazgo y por el trabajo que les permite lograr que sus ideas se cumplan.
“Yo no creo marionetas en este taller, lo que hago es que se hagan seres pensantes y que digan y hagan lo que quieran lograr a través de la pantomima”, expresó Iko acerca de sus alumnos.
Por su parte, Cynthia Rogers, mentora de éxito estudiantil, y directora de Arte y Cultura en el tiempo que el profesor fue contratado, resaltó que la trayectoria y la pasión que traía en su interior fue clave para el inicio del taller.
“Al conocer su trayectoria y pasión por las artes escénicas vi su potencial y decidí contratarlo por la gran aportación que sabía que haría en la formación de nuestros estudiantes”, explicó Cynthia.
En su juventud, el profesor Lee comentó que se le complicó bastante estudiar debido a su situación económica y la falta de oportunidades en su país.
“En Chile yo estudiaba teatro, pero al mismo tiempo trabajaba. Apenas comencé a estudiar empecé a trabajar”, complementó el maestro.
La primera vez que estudió, Iko afirma que vivía en el campo, a 35 kilómetros de la ciudad a donde iba a estudiar. Para llegar, él se transportaba en bicicleta a través de un camino de piedra.
Gracias a lo que aprendió estudiando pantomima, logró trabajar como mimo, en cumpleaños y otros eventos para pagarse sus estudios.
Después de un tiempo, se movió a la capital de Chile, donde logró acabar sus estudios y encontró más oportunidades de trabajo.
“Si uno no se esfuerza, no va a alcanzar a lograr lo que se propone”, complementó Iko.
Llegada a México
Gracias a su trabajo trabajo en el teatro en Chile, en México se interesaron por su trabajo, y lo invitaron al país para presentar una coreografía japonesa.
“Llegué a México en el 2004. Me agradó mucho el país, que cuando me avisaron que tenía que regresar, por ahí un mexicano me dijo que me quedara. Lo pensé casi nada, me voy a quedar dije, en solo tres segundos lo decidí”. comentó Iko.
Él recuerda haber dado una función en el Tec de Monterrey campus Ciudad de México en el 2006, donde se sintió cómodo con los espacios, por lo cual años más tarde probó suerte en campus Sinaloa.
Iko menciona como su estancia en México ha hecho que se enamore más del país.
“Me gustó la fuerza interior con la que cuenta este país, la fuerza de la naturaleza, de los pueblos, de la gente”, complementó el maestro.
Para finalizar, Iko expresó que le gustaría seguir viajando, buscar más lugares llenos de cultura donde vivir y donde los artistas sean considerados más como profesionistas.
“Me gusta mucho viajar, la sensación de mudarse, dejarlo todo es como un formateo de vida, te da fuerza, como un Phoenix, renace, vuela libre sin peso, dejando una bonita huella, teniendo familia, amigos, alumnos por todas partes”. concluyó Iko.