Una sociedad civil organizada es lo que nos corresponde hacer como individuos y ciudadanos en la actualidad, según el Dr. Pablo Ayala, decano asociado de Formación Ética y Ciudadana del Tec de Monterrey.
“Sonora está viviendo cosas que no había vivido antes, índices de violencia que no se habían experimentado” comentó el Dr. Ayala, “existe una pérdida de humanidad y de sentido que toca el surrealismo”.
Normalizar problemáticas que antes nos hubieran sorprendido, es el resultado de un fenómeno llamado desafección ciudadana, como el doctor nos explica, esto se debe a los altos niveles de agencia moral pasiva en la sociedad.
Nos menciona, existen 3 principales mecanismos de carácter moral:
1.- Por el desplazamiento de la responsabilidad, como lo explica Pablo, “son los casos cuando piensas que no te corresponde cumplir o actuar, porque hay alguien más cercano que debe hacerlo”.
2.- La disolución de responsabilidad, que sucede cuando pensamos que nosotros no somos aptos para hacerlo y no nos corresponde actuar, o como ejemplifica el doctor “existe alguien más fuerte que yo, esa persona tiene más posibilidades, por eso es su deber hacerlo”.
3.- Atribuir la culpa a la circunstancia, en una sociedad violenta es normal que suceda el minimizar la consecuencia del asunto.
“Creo que estamos viviendo los efectos y consecuencias de haber acentuado tanto esos mecanismos” aseveró.
El doctor explicó que vivimos en una sociedad de intercambio, donde estamos acostumbrados a obtener algo de cada acto que realizamos, por esto es importante entender que los problemas que nos afectan no son ajenos, son de nosotros.
¿Cómo lo podemos resolver?
“Lo razonable es que nos sentemos y tomemos acción, no por un asunto de caridad” continuó “es vernos desde nuestra fragilidad y situación de ambigüedad, no lo podemos lograr sin la ayuda del otro”.
Para Pablo, ninguna sociedad puede florecer si hay problemas que afectan a la humanidad. Por eso es importante organizarnos como sociedad civil para erradicar, entre ellos, la falta de compasión.
“Si hubiera más compasión podríamos abrir nuestras redes sociales y no toparnos con tanta locura”.
Uno de los puntos más importante y para concluir, el doctor comparte que los problemas que aún no nombramos son problemas que no podemos abordar, aunque nos estén afectando el día de hoy.
“Creo que, si nosotros vamos identificando acciones que son compasivas y les ponemos un nombre, podemos irlas practicando con más frecuencia y volverlas un hábito en la sociedad” finalizó para CONECTA.