Lucero Moctezuma | Tampico
Un objetivo, cientos de voceros, miles de historias. Doscientos jóvenes alrededor del país con un poco de locura, creatividad y amor al TEC, quienes comparten un mismo propósito; contar las mejores historias del Tecnológico de Monterrey.
Unos son Líderes del Mañana, algunos son PrepaTec, otros están en Profesional, ya sea en el área de negocios, ingeniería, ciencias sociales, etc... pero al final del día, hay algo que los une, no importa el campus o cuán lejos estén; ellos están ahí, dando la cobertura más amplia y quizás no los veas a ellos, pero ves su trabajo constantemente.
El programa de Storytellers (antes conocido como Embajadores de Comunicación) nació en 2015 y hasta el día de hoy sigue en pie con éxito, proyección y muchas historias por contar.
Básicamente, es el equipo de chicos de cada campus que se encargan de mostrarte el Tec en todos sus ámbitos mediante fotografías, cobertura de eventos, notas periodísticas, videos y contenido en redes sociales desde la perspectiva de un alumno; alguien que ve la institución como cualquier otro estudiante, pero siempre queriendo inspirar vidas.
Sin embargo, para ser Storyteller tienes que vivir ciertos retos y filtros. Los alumnos convocados pasan por un proceso de eliminación de diferentes fases donde muestran sus aptitudes de redacción, creatividad, entre muchas otras más. Una vez que el equipo queda reclutado por el líder de comunicación del campus, empieza la aventura.
¿Y qué papel juega el "líder"?
Cada grupo de Storytellers tiene un líder; una persona encargada de guiarlos, enseñarles a sacar lo mejor de ellos mismos y a darlo todo en el nuevo trabajo.
Sin saberlo, una familia nace.
Un líder ve a un Storyteller como algo más que un aprendiz. Lo ve como una persona con mucho potencial, con ganas de comunicar y expresar las mejores ideas.
La historia de los que cuentan las historias; trás bambalinas
Detrás de los voceros del Tec, existe un por qué, un motivo, una inspiración que los llevó a ser lo que son hoy.
"Me encontraba en un momento de mi vida difícil, emocionalmente mal. Visualizarme como Storyteller me motivó a convertirme en la mejor versión de mi mismo..." relató Emilio Sierra, líder del mañana de la cuarta generación y Storyteller en campus San Luis Potosí, acerca del por qué quiso participar en el programa. Agregó, "pensar en el hecho de tener la oportunidad de conocer personas y luego conocer sus historias, para yo ser el portavoz y contarlas de modo que pueda inspirar a más personas; me parecía lo máximo"
"Siempre me ha gustado expresarme creativamente... Poder representar las historias de mucha gente en campus, especialmente aquí en Monterrey, pues hay muchísima diversidad; gente de todos lados del mundo, gente que habla diferentes idiomas... y con las herramientas necesarias puedo acentuar esa diversidad, mostrarle a todos que tan únicos somos en el Tec." expresó Andy Villarreal, Storyteller de campus Monterrey, con una evidente felicidad en su voz.
Una vez que quedan seleccionados como Storytellers, la cámara, el chaleco y una visión nueva del campus van de la mano con ellos. Siempre irán alerta de todo lo relevante o destacado que pase en el Tec, siempre hambrientos de encontrar la mejor historia durante el año que estarán en el programa.
Junto con un buen desempeño, vienen las experiencias inolvidables. Viajes, conocer gente nueva, aprendizaje... un sinfín de momentos remarcables, así lo describen los chicos de diversas regiones.
“Me encanta la proyección nacional que tenemos, las oportunidades de crecer... Todas las capacidades que puedes desarrollar fuera de lo que haces, por ejemplo yo en arquitectura, ¿sabes? Hay muchas cosas que aprendí a hacer solo por ser storyteller. Te ayuda a crecer." relató Natalia Chávez, de campus Sonora, con una emoción creciente.
El programa cuenta con diferentes recompensas. Una de las principales es una experiencia internacional que incluye tomar diversos cursos en las mejores universidades del extranjero.
Para obtener esta recompensa, el Storyteller deberá cumplir con su trabajo correctamente y con la mejor calidad siempre sobresaliendo, sacando las mejores notas, fotografías y dar las mejores coberturas, crear contenido y proyectos constantes, para así, tener un buen puntaje y ser digno de una experiencia como esta. Todo esto, cumpliendo con un total de 480 horas a lo largo de su jornada de un año.
"Lo que más me gusta de mi nuevo trabajo es la magnitud que tiene, tanto nacional como internacional. El estár presente en todos los eventos, conocer a más gente... ¡todo eso es una gran oportunidad!" comentó Paulina Sánchez, Storyteller campus Cd. Obregón a CONECTA.
El arte y la dedicación que conlleva una buena comunicación (ó storytelling) requiere capacitación constante. Es por eso que, cada año, la nueva generación de Storytellers viven capacitaciones regionales, en las cuales, conocen el programa desde sus raíces, a los directivos nacionales, consejos y talleres sobre las herramientas que existen y además, se conocen entre ellos mismos.
Ser Storyteller es ser parte de una gran familia a nivel nacional. Es inevitable que se establezcan lazos afectivos entre la gran comunidad que se ha formado.
Sin duda algúna, ser Storyteller es algo que impacta vidas. Es un año lleno de retos, risas, enseñanzas, sangre azul, creatividad en su máxima expresión, historias, amistades nuevas, familia, equipo, juntas, eventos, fotografías y dejar tu esencia en todo lo que haces.
"Contamos historias, inspiramos vidas." Atentamente, familia Storytellers.