Karla Pérez | Campus Guadalajara
Dirigida por el productor y director de teatro Luis Manuel “Mosco” Aguilar, los alumnos del campus Guadalajara, realizaron la puesta en escena de “Don Giovanni o el disoluto absuelto”.
La dramaturgia del escritor portugués y premio Nobel de Literatura está basada en la ópera de Mozart Don Giovanni donde un pervertido galán, seductor de miles de mujeres, termina siendo llevado al infierno.
“Sin embargo, en la imaginación satírica de Saramago, Don Giovanni es humanizado y cae rendido a los amores de las mujeres (…) y se vuelve evidente que la sociedad no es nadie para juzgar a alguien”, señaló Luis Manuel.
En esta versión Saramago deja ver la doble moralidad de la sociedad y replantea que tan malvados o inocentes son cada personaje, ya que el seductor termina siendo seducido y castigado por las mujeres.
En el montaje que planteó “Mosco”, se mantuvieron los textos originales de Saramago “pero en la puesta en escena logré discriminar lo que es el pensamiento interno de cada personaje que lo interpreta la sombra…
Y el alter-ego expuesto de una manera ordinaria. Es un experimento muy padre que funcionó maravilloso, pues permitió transmitir diversos mensajes”.
En la puesta en escena participaron 18 alumnos, 16 conformaron el elenco, además de un pianista y un asistente de producción.
Obras como la de Don Giovanni o el Disoluto Absuelto son parte de las actividades culturales que el Tecnológico de Monterrey, campus Guadalajara, ofrece a sus alumnos como complemento a su formación académica.
Al respecto Luis Manuel agregó: “la cantidad de talleres que se ofertan, son de hecho más que los de una escuela de arte. El Tec propicia que un ser humano en formación no solamente necesita conocer información científica…
Hay que abordar la formación de alguien desde una perspectiva humanista, que permiten en particular las artes escénicas. Todo lo que hacen aquí, los pone en una situación de aprendizaje de qué es el ser humano”.
Aprendizaje sobre el escenario
Todos los ejercicios escénicos aportaron algo a los participantes, como el caso de Zerlina, interpretada por Andrea Gutiérrez estudiante de Comunicación y Medios Digitales (LCMD), quien compartió:
“Esta obra nos muestra que no siempre es lo que se piensa, no siempre son los hombres quienes están de mujeriegos, algunas veces las que también están dando guerra son las mujeres”.
Por su parte Doña Ana, caracterizada por Karla Mata estudiante también de LCMD, orgullosa e imponente busca una venganza contra Don Giovanni, al respecto explicó:
“Doña Ana muestra lo que es ser verdaderos consigo mismo y ponerte enfrente de las personas que te han hecho daño, te enseña a ser fuertes”.
También se ponen a prueba las habilidades de los actores, como es el caso de Andrés Badillo, alumno de LCMD quien personificó al Comendador, una estatua que a través de su voz y la mirada realizó su participación.
“Esta forma de expresión me ayudó a modular mejor mi voz y usarla cuando tengo que hacer presentaciones”, indicó Andrés.
La cara detrás de Don Giovanni
Luis Manuel ha trabajado de manera intermitente con el campus Guadalajara durante 25 años. Ha recibido reconocimientos nacionales y locales como:
· El “Galardón al Mérito Teatral 2016”, otorgado por las autoridades del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, y
· Su integración al Sistema Nacional de Creadores de Arte, equivale al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Para “Mosco” es importante el apoyo que los jóvenes reciben de su familia para lograr una formación íntegra en diversos sentidos.
“Quiero agradecer a los padres que les permiten vivir este tipo de experiencias a sus hijos porque están confiando en nosotros, los maestros que los dirigen…
Les permiten experimentar algo sensible, poético, metafórico que les ayuda a entender el mundo en el que viven donde no todo es bueno, pero puedes transformarlo”, concluyó.