Adriana Lorena Avitia | Campus Chihuahua
Crear una comunidad en donde todos los jóvenes y adultos sean amigos sin importar sus capacidades o discapacidades, así se llevó a cabo la primera edición de invierno de CreceCamp.
Bajo el lema de “Creciendo juntos” CreceCamp abrió sus puertas por primera vez en su edición de invierno a jóvenes y adultos con alguna discapacidad física y/o mental.
Con más de 100 voluntarios de la comunidad Tec participaron como padrinos, instructores y organizadores en la primera edición de invierno.
CreceCamp ha logrado un impacto impresionante en familias de invitados y voluntarios que participan en sus ediciones desde el 2016.
Cada año, los niños, jóvenes y adultos que participan como ahijados, aprenden nuevas habilidades con apoyo de sus padrinos y de las clases diseñadas por los instructores.
Existen diferentes historias de cómo llegaron los voluntarios a CreceCamp, pero al final las experiencias que se lleva son muy parecidas, que todos somos iguales sin importar las capacidades o discapacidades y que el amor y la amistad puede vencer las fronteras sociales que nos ponemos como comunidad.
Los padres de familia se sienten muy agradecidos con este programa, “he notado un gran cambio en Mario que cada vez es más social y comunicativo y sobretodo sabemos que están en buenas manos cuando nuestros hijos vuelven felices”.
Sus agradecimientos demuestran que CreceCamp es un proyecto diferente a otros, en donde los jóvenes no actúan como niñeros o cuidadores, si no como mejores amigos.