Alejandro Carrillo | Redacción Nacional
Robusto, de piel morena y una sonrisa contagiosa, Luciano Hernández está siempre en el sótano de la Arena Borregos del Tec de Monterrey campus Monterrey: es el hombre de los balones.
"Chanito", como lo conocen los alumnos, lleva 25 años trabajando en el área Atlético y Deportivo y durante años ha sido el encargado de una parte vital: entregar el equipo deportivo a los atletas y equipos del tec.
Unos metros arriba, en el piso superior, una galería de nombres destacados es también parte de la historia de Luciano: el Salón de la Fama de los Borregos Monterrey.
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“Me ha tocado ver atletas que regresan 5 o 10 años después y todavía me recuerdan. Se siente muy padre saber que los ayudaste en algún momento a crecer. Es una de las mejores satisfacciones”, afirma a CONECTA.
“Me gusta esa sensación de saber que los conociste en sus comienzos. Recuerdo mucho a Susana Loaiza, de soccer, y al coach Luis Pérez, de tenis, por mencionar algunos”, añade.
Unas de las últimas atletas que han destacado son las jóvenes que están triunfando en la Liga MX femenil del futbol mexicano en equipos como las Rayadas y las Tigres Femenil.
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“La rama femenil de soccer ha demostrado que es capaz de llegar lejos. Hay alumnas que ponen en alto el nombre del Tec”, comenta orgulloso.
RECLUTADO POR BORREGOS
Su historia comenzó el 1 de agosto de 1993, cuando a los 18 años tuvo una entrevista de trabajo a las 2 pm, en la que le preguntaron si estaba dispuesto a comenzar a trabajar... en menos de una hora.
“Desde aquel momento yo venía con muchas ganas de trabajar. Ese mismo día comencé mi labor en el Tec”, aseveró Luciano.
“Se te pasa muy rápido el tiempo […] Todos los días estoy emocionado. Es como aquella sensación de querer llegar a casa a ver a la familia. Venir al Tec es como llegar a casa”, afirmó.
Hernández siempre está a disposición de los alumnos, sean o no del campus. Jóvenes que vienen de otras partes del país a competir son recibidos y atendidos como si estuvieran en casa.
“Siempre intento brindarles atención y servicio, quiero hacerlos sentir en casa, esto sucede mucho en los Intercampus cuando jóvenes de toda la República vienen con muchas ganas de convivir”, comentó.
"Me ha tocado ver atletas que regresan 5 ó 10 años después y todavía me recuerdan. Se siente muy padre saber que los ayudaste en algún momento a crecer. Es una de las mejores satisfacciones".
MILES DE ANÉCDOTAS
A través de 25 años, Luciano recuerda varias anécdotas con alumnos.
Recuerda que en una ocasión un joven del equipo de beisbol le pidió una cobija, ya que durante varios días tuvo que dormir en los vestidores por una situación personal.
“Lo apoyé y le traje una cobija y almohada. Vas conociendo las historias de los alumnos y comprendes por todo lo que pasan”, destacó Hernández.
Otra que no olvidará fue cuando le tocó ir a un juego de un torneo de tenis para principiantes. Luego de más de hora y media de partido, 2 de los jugadores se acercaron a preguntarle cómo se contaban los puntos.
“Los vi jugar y se veía que sabían lo que estaban haciendo. Al momento de explicarles les quearon más claras las reglas del tenis”, mencionó sonriendo Luciano.
ASÍ ES "CHANITO!
- El estar disponible para los alumnos es una de sus más grandes pasiones.
- “En lo que pueda apoyarlos, estoy a toda disposición de hacerlo”.
- Disfruta mucho jugar en torneos internos de soccer con los jóvenes y los coaches.
- Por casi 10 años practicó raquetbol para sentir más energía y le servía como distracción.