El rector del Tec de Monterrey sorprendió a los alumnos en el campus Ciudad de México al saludarlos de mano en la entrada
Rebeca Ruiz | Campus Ciudad de México
El reloj marcaba las 6:30 horas, el sol aún no salía, pero los alumnos del campus Ciudad de México recibieron una grata sorpresa al llegar al Centro Cultural y Deportivo Borregos, pues en la entrada los esperaba el rector del Tec de Monterrey, David Garza.
Con palabras de ánimo, David Garza recibió a los alumnos de PrepaTec quienes fueron los primeros en arribar al campus. Después, el rector visitó la nueva cafetería y charló con alumnos sobre las expectativas en este nuevo ciclo escolar.
“Empezar un nuevo ciclo conlleva una serie de pensamientos, de inspiración, de admiración, de sorpresa porque llegas y conoces a personas, temas y espacios nuevos y a nuestros alumnos que van iniciando el semestre les digo que aprovechen todo lo que el Tec de Monterrey les ofrece.
“Este semestre coincide con la celebración del 75 aniversario, algo que comenzó con 300 alumnos, hoy a nivel nacional son más de 90 mil alumnos que acuden a nuestros campus para construir sus sueños” comentó el rector.
David Garza caminó a través del ‘sendero seguro’, camino que lleva del Centro Cultural y Deportivo a las instalaciones del Centro de Innovación y Educación Ejecutiva (CIEE) para entrar a los salones y dar breves mensajes a los alumnos.
“Vamos a tener más de 2 mil alumnos en Semestre i, y más de 50 mil en la experiencia de Semana i, esto ayuda mucho al aprendizaje de nuestros estudiantes, es algo que hemos ido mejorando cada año y les digo que vivan esta oportunidad intensamente, es una experiencia única”, agregó.
Finalmente, llegó al Centro de Desarrollo Tecnológico (CEDETEC), y pudo notar la emoción de los alumnos que han regresado al Tec en Ciudad de México para continuar construyendo su futuro.
“Lo que más me impresionó es la energía y el entusiasmo de la gente, vemos espacios ya adecuados para toda la vivencia, se han ido mejorando los servicios, pero lo que más me impresiona es ver la energía que hay tanto en los estudiantes como en los profesores y eso es el alma en la vida universitaria.
“Me siento contento de lo que estoy viendo, de los avances que estamos teniendo, pero más del entusiasmo de nuestros alumnos y de nuestros profesores”, finalizó el rector.
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