Estudiantes del grupo estudiantil Dream Builders, de PrepaTec Metepec, organizaron un voluntariado en Mundo Imayina, pasando 3 días con niños y niñas con enfermedades crónicas, avanzadas y terminales.
Mundo Imayina, es un parque de diversiones que ofrece una experiencia única a niños y niñas que se enfrentan diversas enfermedades.
Dream Builders, busca con este tipo de actividades hacer realidad los sueños de los niños y al mismo tiempo dejar una huella positiva en la vida de cada uno de sus participantes, permitiéndoles a las futuras generaciones formarse como líderes con sentido humano.
Este proyecto comenzó con la búsqueda de proyectos importantes sobre la acción social de la prepa. En 2023, el Grupo Estudiantil tuvo el primer acercamiento por medio del encargado de vinculación con universidades y preparatorias para voluntariado.
Al menos 30 alumnos participaron, al llegar a Mundo Imayina, a cada alumno se le asignó una familia con miembros con discapacidad o enfermedad terminal.
El voluntariado se llevó a cabo por 3 días, el primer día conocieron las instalaciones al igual que la historia del lugar.
“Todos estábamos supernerviosos y emocionados por conocer a nuestra familia y al pequeño que íbamos a acompañar durante estos días”, comentó Kamila Hernández, vicepresidenta de Dream Builders.
El segundo día empezaron a las 7 de la mañana, desayunando con las familias. Después participaron en múltiples actividades, usaron los juegos mecánicos y trampolines, juegos de pelotas y finalmente ver una película en el cine del castillo.
En la noche se realizaron actividades de reflexión para conectar con las familias, con el propósito de que tuvieran la mejor experiencia posible. Y agradecer la oportunidad de poder participar en un voluntariado como este.
Creando lazos
“La despedida fue de los momentos más difíciles, jamás imaginé que en tan solo 3 días te pudieras encariñar tanto con alguien”, mencionó Valeria Cervantes, presidenta del grupo estudiantil.
De acuerdo con el equipo con este voluntariado los alumnos tuvieron la oportunidad de desarrollar confianza en sí mismos, descubrir nuevas formas de liderar y poner a prueba su creatividad.
Para ellas fue una oportunidad para enfrentarse a nuevas realidades y reflexionar sobre lo que realmente es importante para uno.
“Lo que más me llevo de este voluntariado es la valentía y fuerza de los niños, que no dejan de sonreírle a la vida a pesar de lo que están enfrentando”, dijo Valeria Cervantes, presidenta del grupo estudiantil.
“Lo que más me llevo de este voluntariado es la valentía y fuerza de los niños”.- Valeria Cervantes.
“La empatía fue clave para poder comprender la situación de las familias y los pequeños, me encantó compartir este tiempo con ellos, y hacerlos sentir como parte de mi propia familia”, comentó Kamila Hernández, vicepresidenta del grupo estudiantil.
Finalmente, el grupo estudiantil compartió que no es necesario de mucho para ayudar a los demás ya que con este tipo de actividades formativas el Tec fomenta que sus alumnos vivan experiencias diferentes al igual que los desafíe e impulse más allá de sus límites.
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