“No podemos pensar una ciudad sostenible, si no incorporamos la perspectiva de género”.
Así habla la arquitecta, urbanista y profesora distinguida del Tec de Monterrey, Zaida Muxí, parte de la iniciativa Faculty of Excellence y quien recuerda que su consciencia de género se inició en su etapa universitaria.
Entonces se percató de las desigualdades y desafíos que le tocaba vivir como mujer y se dio cuenta que eso tenía que ver con una organización patriarcal.
La experta en urbanismo con perspectiva de género señala que, aunque ha habido avances importantes en promover espacios inclusivos, falta que este concepto sea entendido por quienes hacen las ciudades, como inversores y actores de la política.
Por ello, durante su carrera profesional se ha dedicado a estudiar y proponer, desde la perspectiva de género, ciudades sostenibles con base en la inclusión y en la diversidad de personas y de vidas en busca de la prosperidad de la sociedad y el mundo.
Hoy, como profesora distinguida del Tec pone su conocimiento en este ámbito y colabora con docentes para preparar estudiantes que unan esfuerzos para diseñar ciudades incluyentes, justas y sostenibles.
Desarrolla conciencia de género en la universidad
Zaida estudió la Licenciatura en Arquitectura, Diseño y Urbanismo en la Universidad de Buenos Aires. Eligió esa carrera inspirada por su padre, quien era ingeniero civil y la invitaba a las obras en las que trabajaba.
“Me acuerdo del olor a humedad de las obras, no es muy agradable, pero me gusta. También tenía una colección de libros (del tema) que disfrutaba ver”, recuerda.
Durante toda su carrera tuvo un aprendizaje paralelo entre la arquitectura y la moda, que también fue una de sus grandes pasiones gracias a su mamá, quien gustaba diseñar algunas prendas.
En esa época, Muxí empezaba a desarrollar su conciencia de género, pese a que en un inicio no lo notaba, pero poco a poco se percató de la desigualdad y de los desafíos que le tocaba vivir como mujer.
Se dio cuenta que eso tenía que ver con una organización patriarcal de la sociedad y con perspectiva de género.
“Estaba acostumbrada a que si ibas por la calle te iban a decir cosas; tenías que pensar cómo te ibas a mover o a vestir, un montón de recaudos que desgraciadamente muchas mujeres siguen teniendo para que no les pase nada”.
Como estudiante también hubo momentos donde sentía presión de algunos profesores, con cuestionamientos y un trato diferente en el ámbito académico solo por ser mujer.
“Cuando entendí esto, empecé a estudiar sobre feminismo y género; me di cuenta que vivía discriminación por género, por una presunción o prejuicio de que una mujer no podía tener conocimientos y habilidades para estudiar arquitectura”.
Pese a que en su época universitaria sí veía un equilibrio entre estudiantes de ambos sexos, no lo percibía así en sus profesores; en su mayoría, los docentes eran hombres y solo había una o dos profesoras, pero ninguna le dio clase.
“Hay 3 condiciones para recuperar una ciudad: participación, sostenibilidad y perspectiva de género”.
Migrar por desarrollo profesional y de género
El deseo de seguir con su preparación y a que vislumbraba complicadas condiciones de vida en Argentina por el ambiente político y social, Zaida Muxí tomó la decisión de migrar a España. Dejó su vida y a su familia para mudarse al viejo continente.
Aunque entonces se vivía un auge por la arquitectura en Barcelona, que sería sede de los Juegos Olímpicos de 1992, no se sentía segura porque, pese a que su madre era española, Muxí no tenía la nacionalidad, ni papeles de residencia.
Además, España era un lugar nuevo para ella y no sabía si alguien iba a querer contratarla.
“Me enfrenté a dificultades que no había tenido en Argentina; pero fui consciente de eso y también saber que tenía que tocar muchas puertas para pedir trabajo”, agrega.
Encontró una oportunidad relacionada a la moda en una fábrica, hasta que regularizó su situación; luego trabajó en varios despachos de arquitectura e incluso remodeló una casa en Sevilla, donde vivía con su entonces pareja.
Su trabajo le dio la visibilidad y los recursos suficientes para retomar sus estudios y hacer un doctorado en Arquitectura, en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, de laUniversidad de Sevilla.
A partir de sus experiencias profesionales y ya como investigadora, la profesora de Faculty of Excellence incursionó más a fondo en el tema de perspectiva de género y urbanismo.
“Cuando terminé mi tesis doctoral me di cuenta que había 3 condiciones para recuperar una ciudad: participación, sostenibilidad y perspectiva de género. A lo largo de estos años he ido fortaleciendo estas áreas”, comenta la académica.
“Vivía discriminación por género, por un prejuicio de que una mujer no podía tener conocimientos y habilidades para estudiar arquitectura”.
Fue durante su estancia en Sevilla cuando incursionó como autora; primero, colaboró con un argentino que tenía una revista sobre Arquitectura, llamada “Casas Internacional”, escribiendo artículos y textos sobre ese tema.
Su tesis doctoral estaba inspirada en el urbanismo de su ciudad natal y se llamó: "La arquitectura de la ciudad global". Su enfoque fue en cómo la política y aspectos económicos daban forma a esa urbe latinoamericana.
También, hizo investigaciones sobre la participación de mujeres en la arquitectura; a la par, colaboró con otros expertos en la materia y autores como Jordi Borja, con quien trabajó 4 años y publicó en coautoría el libro “El espacio público, ciudad y ciudadanía”.
“Así fui llegando al urbanismo de la gestión pública, de la política y del análisis social; este libro fue muy importante, es el más citado que tengo, porque causó bastante impacto”, platica.
También ha publicando obras en torno a sus hallazgos sobre la participación femenina en la arquitectura como "Mujeres, Casas y Ciudades", y otros libros como "Arquitectura y Política".
Llevar su visión a la función pública
Con una carrera cada vez más posicionada en urbanismo y género, llevando a cabo talleres con mujeres y colaborando con colectivos feministas como Punt 6, la profesora comenzó a trabajar asesorando a gobiernos de la sociedad barcelonesa.
“Siempre me interesó también la política y aquí viene un poco también lo urbano, la arquitectura social y la cuestión de género”, dice.
En 2014 fue invitada a ser parte del movimiento político de un nuevo partido que terminó siendo el vencedor un año después con Ada Colau como la primera mujer en ocupar el cargo como alcaldesa de Barcelona.
Luego de las elecciones, fue invitada por la alcaldesa de un municipio aledaño, Santa Coloma de Gramenet, para ser directora de Urbanismo y ver temas como vivienda, medio ambiente, espacio público y ecología urbana, entre otros.
Entre los proyectos que Muxí impulsó desde su gestión pública estuvieron una plaza con la participación en el diseño de niñas y niños, con perspectiva de género; y un centro de recursos para mujeres y economía feminista, entre otras.
Después, fue responsable de la gestión y ejecución de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado, financiada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional; y también miembro de la junta directiva de la fundación Bit-Habitat.
“No podemos pensar una ciudad sostenible, si no incorporamos la perspectiva de género”.
Se suma al Tec como profesora de Faculty of Excellence
Muxí es profesora de tiempo completo para la iniciativa Faculty of Excellence en el Tec, donde colabora con la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño (EAAD) desde el campus Guadalajara.
Esta iniciativa busca atraer a líderes destacados en el ámbito global para que se sumen a la labor docente y contribuyan a ampliar la experiencia de aprendizaje de estudiantes, y promuevan la cooperación internacional, la innovación, la diversidad y la investigación.
La académica considera que en esta región del mundo se está viviendo algo histórico con los movimientos feministas y le entusiasma ser parte de este momento como una palanca o acelerador para que esa ideología también se incorpore en la docencia.
“Es tener esa posibilidad de impactar, aglutinar y tejer redes para ayudar a esta transformación que ya está pasando, en este espacio, y en esta tierra fértil donde está sucediendo”, agrega.
En 2013, Zaida tuvo su primer contacto con la institución como invitada para impartir una capacitación a profesores del Tec en temas de vivienda; luego, en 2018, regresó como organizadora de un congreso, en ambos casos, en el campus Guadalajara.
Durante la pandemia, ofreció nuevamente capacitaciones a docentes Tec en materia de arquitectura, urbanismo y género, en las que un 30 por ciento de los asistentes eran hombres, lo cual llamó su atención.
Hoy, a través de su trabajo como profesora distinguida de la EAAD, Muxí promueve una introducción transversal de la perspectiva de género en todos los programas de la escuela.
También, al igual que en sus primeros contactos con el Tec, sigue capacitando a profesoras y profesores; actualmente, su trabajo aborda temas de vivienda con la facultad.
“Desde ese marco amplio, hemos construido una serie de estrategias de comunicación y formación”, comparte la profesora.
“Además, hemos creado la iniciativa de género, basada en mi estancia y para el Plan 2026, se ha incorporado el género como competencia y materias de historia con perspectiva de género ”, agrega.
Asimismo, señala que se busca generar un decálogo manifiesto para promover la equidad en todos eventos de las diferentes sedes de la escuela.
“La institución en la que estamos tiene toda la voluntad ideológica de incorporar esto, de ser un agente que puede y debe transformar la sociedad para bien, porque estamos en una crisis inmensa; todavía hay que llevarlo a la práctica y estamos trabajando para hacerlo”, concluye.
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