“Me sentía nervioso. Pero había decidido decirles que, no solo me iba a salir de Ingeniería Industrial, sino que quería estudiar Letras”.
Así cuenta el mexicano Carlos Calles cómo le avisó a sus papás que perseguiría el mundo de los libros.
El ahora escritor y profesor de PrepaTec cuenta con 5 libros publicados y varios premios, como el Nuevo León de Literatura 2018 y el Bellas Artes de Novela José Rubén Romero 2023.
En la Feria Internacional del Libro (FIL) Monterrey 2023 presentó también su más reciente obra: Galileo Kun: Señales de los últimos días.
Sin embargo, Carlos no sabía que en el camino para volverse escritor sufriría fuertes desafíos como lucha contra la soledad, ser golpeado por racistas o decidir entre su trabajo y su pasión.
Me voy a estudiar a 8 mil km de distancia
Carlos tuvo su momento de definición y se lo dijo a sus papás. Sin embargo, no sabía qué pasos dar; no había hecho ningún plan.
"¿En dónde vas a estudiar?", le cuestionaron sus papás.
Carlos no tenía ni idea, pero entonces la memoria del también EXATEC lo trasladó a un viaje que había hecho con su papá.
Se trataba de Chile, un país que Carlos recordaba con emoción, luego de haber viajado allá por un tema de trabajo de su papá.
Tras dejar la carrera pese a sus altas calificaciones, Carlos comenzó a buscar universidades en Chile.
En la Pontificia Universidad Católica de Chile encontró la carrera de Letras Inglesas y al revisar su currículo hizo ‘clic’ con una materia: Shakespeare.
Sin embargo, no todo sería fácil, aún sintiendo que había encontrado su vocación.
“Era agosto y las clases empezaban en marzo. No aguantaba la soledad, estaba muy triste y angustiado. Nunca se lo dije a mis papás, pero estuve a punto de regresar”, recordó.
"No aguantaba la soledad, estaba muy triste y angustiado... estuve a punto de regresar".
Con 21 años de edad, Carlos trató de aferrarse a su sueño en la literatura y luego, en su primer semestre, llegó lo que tanto necesitaba: ganó una tercera mención honorífica (sexto lugar) en el concurso de cuento "Neruda: 100 años".
“Era un concurso nacional, los que ganaron eran escritores chilenos reconocidos; apenas empezaba a escribir y mi nombre estaba ahí. Eso me garantizó que estaba en el camino correcto”.
Un incendio y ataques racistas
Mientras avanzaba en su carrera en Chile, nuevos obstáculos y problemas se le presentaron a Carlos.
Una noche fue golpeado por un grupo de jóvenes neonazis que lo atacaron violentamente.
Y, luego, otro día, el departamento donde vivía se incendió.
Pudo salvar la vida, pero muchos de sus libros se quemaron y solo pudo rescatar a su tortuga y su Nintendo Wii.
Pese a esos obstáculos, Carlos siguió con su sueño.
Tuvo talleres de escritura con mentoras relevantes como Alejandra Costamagna, Susana Bunster y Beatriz Kase y estando en Chile escribió su primera novela, aunque nunca la publicó.
De vuelta a México... y la lluvia de novelas
De vuelta a México, sin embargo, comenzó a escribir artículos sobre literatura en diarios de Monterrey y empezó a dar clases en la Universidad Regiomontana y en la PrepaTec Cumbres.
Siendo profesor de planta en PrepaTec, inició en el Tec de Monterrey la Maestría en Estudios Humanísticos.
Sin embargo, ahí tuvo que tomar otra importante decisión.
La carga de trabajo no le daba tiempo para disfrutar de la literatura y entonces enfrentó una encrucijada.
“Ya no leía cosas por gusto y me sentía un poco miserable. Renuncié a mi trabajo de planta y durante 21 noches seguidas me puse a escribir una novela”, recordó.
"Renuncié a mi trabajo y durante 21 noches seguidas me puse a escribir una novela”.
El producto de esos desvelos fue El polvo que se acumula en los objetos, novela con la que participó en un concurso de Editorial Acero, donde obtuvo un segundo lugar que le valió publicarla en 2012.
No perdió tiempo y escribió La ilusión del caos con la que participó en una competencia de Edebé; llegó a la final y lo premiaron con la publicación de esa novela juvenil en 2015.
Hoy, la novela es un best seller de un autor mexicano bajo ese sello.
Carlos terminó la maestría en el Tec y, con más tiempo, se dedicó de nuevo a la docencia. Fue profesor de Literatura en campus Monterrey y lo es actualmente en PrepaTec Valle Alto.
Su tercer libro fue una secuela: La ilusión del cambio, la cual se publicó en en 2017; y el cuarto, Escaleras, fue publicado por CONARTE tras ganar el Premio Nuevo León de Literatura 2018.
Y llegó el premio nacional...
Hace unos meses, Carlos daba clase de Literatura en PrepaTec, cuando de pronto, una llamada de número desconocido lo interrumpió.
“Era la Dra. Lucina Jiménez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Me dijo que había ganado (el Premio Bellas Artes de Novela José Rubén Romero 2023) por Daltónico.
"Mi mano, con la que sostenía el teléfono, comenzó a temblar, no lo podía creer”, recordó el escritor.
Daltónico, explica, "es una historia sobre la paternidad moderna, sobre ser un buen papá en un mundo complejo”.
En esta novela Carlos relata la historia de Charly, un tenista retirado que tiene el desafío de adaptarse a la vida normal.
Pese a que en la novela, Charly se lleva bien con la mamá de Octavio, su relación no es la de un matrimonio normal por diferencias religiosas; su historia está contada a manera de viñetas y fragmentos sobre momentos que vive el protagonista.
“Es una propuesta divertida, clara, sencilla y eficaz sobre la paternidad, la deconstrucción de la masculinidad, así como un elogio a los patrones familiares no convencionales”, comunicó el jurado del premio.
“En mis novelas hay mucha inspiración de mi vida, (pero) ninguna es autobiografía".
Su quinto libro: una novela futurista
Galileo-kun: Señales de los últimos días es el nombre del quinto libro de Calles: una historia que enfatiza los desafíos que enfrenta un adolescente.
“La novela sucede en Monterrey en el año 2033, un mundo similar al de ahora, pero sí hay especulación de cómo las cosas pueden ir cambiando en estos próximos 10 años”, explicó.
Galileo, el personaje principal, se resiste a tomar unas pastillas que usan otros jóvenes para ser mejores en la preparatoria.
Además, se une a un grupo activista ante el cambio climático que luego es considerado como terrorista.
Además de la presión social por cuestionar el uso de las pastillas para mejorar las habilidades cognitivas, Galileo también va desarrollando una relación amorosa con su amiga Nuria, con quien se une al movimiento activista.
Como parte del lanzamiento bajo la editorial española Edebé, el autor tuvo una presentación en la FIL de Monterrey y estará en la de Guadalajara.
Además, prepara la publicación de la segunda parte de la novela para febrero del próximo año.
En sus novelas juveniles, Carlos expone algunas de sus preocupaciones como el cambio climático.
No obstante, afirma que sus obras no son autobiográficas.
“En mis novelas hay mucha inspiración de mi vida, (pero) ninguna es autobiografía; quizá hay algo de mí en ellas, pero llevado al límite”
A sus 40 años de edad, Carlos se sigue considerando reservado e introvertido y estima que por eso se refugió en los libros.
Es aficionado del club de futbol Monterrey y disfruta pasar tiempo con su esposa, su hijo y descubrir historias en universos virtuales en los juegos de su Nintendo Switch.
Al reflexionar sobre su camino desde que les dijo a sus padres que abandonaba la ingeniería y su futuro, expresa:
"Uno de mis sueños ya lo cumplí, poder impactar la vida de alguna persona con una de mis novelas".
"Otro sería, algún día, poder llegar a más lectores y ver mis libros en todos los lugares a los que vaya".
"Uno de mis sueños ya lo cumplí, poder impactar la vida de alguna persona con una de mis novelas".
*Con información de Luis Mario García.
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