Para impulsar los procesos de la fundación CIRIAC, en especial de cadena de suministro, trabajaron con herramientas de ingeniería industrial
Estudiantes de Ingeniería Industrial y de Sistemas (IIS) del Tec Guadalajara trabajaron con el Centro Integral de Rehabilitación Infantil A.C (CIRIAC) para optimizar los procesos organizacionales de la fundación.
Cerca de 60 estudiantes de sexto semestre realizaron el reto de implementar herramientas de ingeniería industrial para ayudar a dicha organización con impacto social.
Presentaron propuestas de implementación y brindaron un seguimiento cercano para asegurar que la fundación lleve a cabo los sistemas y herramientas que les fueron proporcionados durante el proyecto.
Detallaron de manera precisa quiénes, cuándo y de qué manera debía efectuarse el mantenimiento de los equipos utilizados por CIRIAC, que atiende a niños con parálisis.
“Definieron el proceso y el sistema para garantizar que todos los equipos dentro de CIRIAC estuvieran en la mejor condición”, relató Roberto Velázquez, director de IIS.
Garantizar una mejor condición
El proyecto fue parte de las materias:
- Aseguramiento de la excelencia operacional
- Mejora de una cadena de valor adaptativa y
- Diseño disruptivo de procesos organizacionales.
En la etapa inicial, dentro de la materia: "Aseguramiento de la excelencia operacional", implementaron la metodología de Mantenimiento Productivo Total (TPM).
Más adelante, en la unidad de “Mejora de una cadena de valor adaptativa”, los estudiantes realizaron un análisis logístico exhaustivo del sistema de ruteo e inventario usado en CIRIAC.
Esto, para proponer un nuevo proceso óptimo y eficiente, con el objetivo de agilizar los traslados, controlar los inventarios y reducir los tiempos.
Finalmente, en la materia de “Diseño disruptivo de sistemas organizacionales”, se trabajó la filosofía de los sistemas embebidos, con la meta de que los estudiantes comprendieran las operaciones dentro de la fundación.
Experiencia de aprendizaje
Así, durante 15 semanas identificaron áreas de oportunidad para desarrollar propuestas que beneficiaran a la fundación.
“Al principio fue un gran reto porque no conocíamos mucho el área. Tuvimos que investigar y aprender de diferentes temas nuevos para nosotros”, comentó el alumno Pedro Díaz, participante del proyecto.
Para los estudiantes fue importante saber que las herramientas de ingeniería industrial pueden ser implementadas en cualquier organización y no sólo en un área de manufactura o automotriz.
“Eso les abre mucho la mente, sobre cómo implementar y vivir las herramientas más allá de un ámbito ingenieril”, agregó Roberto Velázquez.
Y subrayó el hecho de que hayan podido generar soluciones para mejorar a la comunidad y poner en práctica conocimientos que ayuden a una organización con impacto social.
Resultados que inspiran
“Ahí es cuando entra la empatía, para buscar no solamente generar un beneficio económico, sino también uno social hacia el entorno en que estamos trabajando”, exclamó Pedro Díaz.
Igualmente, Pedro resaltó que el reto en general “busca cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son vitales en el desempeño de cualquier proyecto, sea lucrativo o no”.
Roberto Velázquez destacó que estas experiencias contribuyen a la formación continua de los estudiantes como ingenieros, ya que les permiten crecer mediante la colaboración estrecha y la inmersión con fundaciones.
“Parte de la misión que tenemos en el Tec de Monterrey es formar a los estudiantes con sentido humano y que se preocupen por ayudar a la comunidad”, subrayó.
“Ahí es cuando entra la empatía, para buscar no solamente generar un beneficio económico, sino también uno social”.- Pedro Díaz.
Al concluir cada materia, se realizaba una presentación final ante los directivos de la fundación, lo cual consolidó aún más la relación de colaboración entre los estudiantes.
“Terminaron muy agradecidos al recibir las propuestas y las herramientas. Posteriormente, ellos pasarán a operarlas e implementarlas en sus instalaciones”, precisó Roberto.
Finalmente, Pedro Díaz reflexionó sobre la experiencia de colaborar con la fundación: “Me ayudó a tener mucha empatía con los pacientes de CIRIAC y a considerar cómo podemos apoyar a otras comunidades en diferentes proyectos”.
CIRIAC es una institución creada en 1986 por padres de familia con hijos con parálisis cerebral, con el fin de brindar atención integral, educación, rehabilitación física y recursos a esa población en la zona metropolitana de Guadalajara.
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