Gabriel Vázquez | Campus Monterrey
Aunque el porcentaje de deserción en primaria a en México ha disminuido en los últimos años y es actualmente del 0.6% a nivel nacional, hay escuelas de Nuevo León en las que el abandono escolar llega a ser casi del 5%, según datos de la Secretaría de Educación del Estado.
¿Cómo motivar a los niños de esas escuelas a que no abandonen sus estudios? ¿Cómo sembrar en ellos la inquietud de seguir aprendiendo? Para alumnos del Tecnológico de Monterrey, una de las formas de poder poner su granito de arena y ayudar a los niños que se encuentran en escuelas en donde suceden casos de deserción es a través de un viaje. Pero no cualquier viaje, sino de uno ‘a través del universo’.
Alumnos del Consejo de Comunidades y Capítulos Estudiantiles (CCE) y el Consejo de Sociedades de Alumnos (CSA) del campus Monterrey, junto a la asociación Cambiando Historias, se dieron a la tarea de diseñar actividades para niños de tercero a sexto año de primaria, con un concepto que atrajera su atención, por lo que eligieron darle un toque espacial.
“Viaje a través del universo” (VADU) se llevó a cabo el 1 y 2 de junio, en el que 65 alumnos participaron tanto en el diseño como ejecución de las actividades, que fueron experimentadas por 165 niños de las primarias públicas “Prof. Juan Guzmán Cabello”, “Prof. Joel Rocha” y “Beatriz Velazco de Alemán”.
“Los niños pasaron por 12 ‘estaciones espaciales’ localizadas en diversas partes del campus, donde a través de divertidas actividades relacionadas con profesiones existentes, queremos sembrar esa semilla para que se interesen por alguna labor de las mostradas”, describió Guillermo Adam, alumno de IQA y director general de este proyecto.
Los niños, divididos en equipos, seguían a un capitán y ‘viajaban a través de un universo’ de posibilidades: crearon una sustancia pegajosa (slime) en los laboratorios; podían hacer compras en un supermercado; aprendieron sobre la equidad de género en el trabajo; presenciaron una demostración de mini robótica, por mencionar algunas de las actividades.
“Me gustó mucho el supermercado”, compartió Ana Sofía, una de las niñas asistentes. “Aprendí a no gastar mucho y comer comida saludable, además de saber cómo cobrar de manera correcta”.
Para Tadeo González, alumno de la primaria “Profr. Joel Rocha”, lo que más le emocionó fue lo relacionado a la robótica, además esta experiencia le ha permitido visualizar su futuro.
“Los robots fue lo que más me gustó, aprender de sus sensores y cómo funcionan, creo que de grande quiero trabajar aquí en el TEC en algo relacionado con robótica”, compartió.
El contenido de las diferentes estaciones fue coordinado por Rogelio Garza, alumno de la carrera de Ingeniero en Biotecnología (IBT), quien señaló que las actividades pretendían no sólo ser divertidas, sino cambiar la perspectiva tanto de los niños como de sus compañeros del campus que participaron como parte de su servicio social.
“Mi función fue asegurarme que las estaciones tuvieran un gran impacto en los niños, los principales ejes fueron: tener clara la enseñanza que quieres dejar; permitir que los niños puedan ligarlo con algo de la vida cotidiana; que toda actividad sea didáctica y pragmática; y que todo al final se presente para hacer una reflexión tanto en los niños como jóvenes”, enlistó.
Abigail Buitrón, presidente del CCE, consideró que sus compañeros participantes aprovecharon esta oportunidad de generar lazos con los niños y motivarlos a seguir adelante.
“Estoy muy orgullosa de todo el equipo y de los chicos que están en el servicio social, su trabajo es muy importante, el tomar la iniciativa y el compromiso de impulsar la educación en México, esperamos seguir por el mismo camino y cada vez ser más”, destacó.