Del Tec a la 'Vancouver Film School' en Canadá: así realizó su sueño

Tras haber concluido la carrera de Animación y Arte Digital, Belén García soñaba con estudiar cinematografía en Estados Unidos o Canadá, sin embargo, necesitaría una beca para lograrlo.

Aún sin estar completamente convencida de que podría ser aceptada y obtenerla, decidió aplicar un día antes del cierre de la convocatoria para estudiar en la Vancouver Film School (VFS), en Canadá.

“Tenía una semana para aplicar pero dije, no pues ya no tengo tiempo para preparar nada. Pero un día antes me animé y grabé rápido un video y me gané la beca para la VFS.

“La verdad es que en ese momento mi vida cambió, fue gracias al Tec y al convenio que tiene con la VFS”, dijo.

Primeros proyectos

La egresada del Tec campus Estado de México supo desde su primer día en la VFS que su pasión era la cinematografía.

“Ya había trabajado como fotógrafa y era lo que me gustaba. Todo el primer año me enfoqué en hacer proyectos como cinematógrafa con mis compañeros”, expresó.

Cuando Belén se graduó comenzó a trabajar en proyectos independientes cubriendo distintos roles, entre ellos, asistente de cámara y en el área de iluminación para distintos cortometrajes.

“Empecé así porque yo había escuchado que en el medio así debes empezar, y no inmediatamente como directora.

“Pero a mí no me gustó, no lo disfrutaba; me pregunté a mí misma por qué no voy a decir que soy cinematógrafa, si me la creo pues también lo harán los demás”, compartió.

Del teatro al cine

El trabajo de Belén como directora de fotografía abarca decenas de proyectos, desde cortometrajes, documentales y videos musicales hasta comerciales. Cuenta también con dos largometrajes en su portafolio.

“El primer largometraje que hice fue de ciencia ficción. Lo grabamos dentro de tres bloques por falta de presupuesto.

“Grabamos una semana, esperamos tres meses, grabamos nuevamente una semana, esperamos otros tres meses y finalmente concluimos con una semana más de grabación”, explicó.

El segundo largometraje fue con una compañía de teatro, como parte del Bard on the Beach Shakespeare Festival, el más grande en honor a Shakespeare de todo Canadá.

“Cada año se realiza este festival, pero el año pasado, por la pandemia, no se hizo; decidieron utilizar el dinero para hacer el largometraje en el que fui directora de fotografía”, comentó.

El estilo de la película fue distinto al tradicional, detalla Belén, pues el acercamiento fue más teatral. Este trata de dos personas representando varios personajes para reflexionar en torno a la figura de Shakespeare y sus obras.

“Trabajar con actores de teatro es diferente; con la gente de iluminación de teatro es muy diferente que con los de cine. Fue para mí algo nuevo y refrescante”, dijo.

El reto de ser mujer

A corto plazo, Belén busca tomar proyectos más grandes, tomar un largometraje en donde se sienta conectada y disfrute de la historia.

“Me gustaría trabajar con una directora o director con una visión fuerte en donde yo comparta también el gusto por la historia”, mencionó.

Por otro lado, resaltó que uno de los retos más importantes que ha enfrentado a lo largo de su carrera profesional ha sido el hecho de ser mujer.

“En general, ser cinematógrafa mujer siempre es más complicado. La gente no confía en ti y tienes que probar que sí sabes y puedes realizar el trabajo”, señaló.

“Lo más importante es ser paciente y perseverante, no darse por vencido” .- Belén García

Cinematografía y basquetbol

Las herramientas que el Tec de Monterrey le brindaron a Belén, dijo, han sido muy importantes para el éxito profesional que ha tenido.

“En la carrera te enseñan a saber cómo vender una idea de negocio o de tu proyecto. Esto ha sido fundamental para mi carrera en el cine, pues este tipo de proyectos requieren grandes presupuestos y hay que saber hacer un buen ‘pitch’”, destacó.

Cuando Belén realiza algún trabajo como cinematógrafa recuerda sus años como parte del equipo representativo de basquetbol del Tec.

“Es muy parecido, tener un equipo y colaborar; al igual que en el basquetbol, terminas muy cansada, hay mucho desgaste físico pues cargas equipo y otras cosas.

“Pero al final ves el resultado y, si es lo que te apasiona, te das cuenta que todo vale la pena y sientes la motivación para volver a hacerlo”, comentó.

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