La Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, así como la Federación de Estudiantes del Tec en Ciudad de México, organizaron la charla ‘ODS la meta para el 2030, ¿Lo lograremos?’, encabezada por el decano Carlos Lever.
Según el también economista, la población ve que los líderes juegan un papel importante en la agenda de desarrollo sostenible.
“Algunos han optado para avanzar en esta agenda, en tratar de convencer a líderes y a gobernantes, gente que ya está en posiciones de poder, ya están en posiciones de gobernanza, para lograr que el cambio se ejecute.
“Una versión de esto, hay personas que firmemente creen que si solo hubiera voluntad entre aquellos que tienen posiciones de liderazgo empresarial, económico o político, sería fácil implementar los cambios”, explicó.
Sin embargo, para el profesor, la población es la que debería estar convencida en hacer cambios que beneficien a la agenda 2030.
“Un contraste con tratar de convencer a líderes y gobernantes es tratar de convencer a la mayoría de la población, una mayoría política, una mayoría que tome decisiones en sociedades democráticas. Y ahí pasaríamos más a la ruta del convencimiento, de las campañas públicas, de tratar de tener acciones que convenzan masivamente.
“No un cuarto cerrado, no con argumentos técnicos, sino buscar bajar la comunicación a donde sea que esté el suficiente número de personas. Entonces es un tipo de acción distinto, hay un grupo de personas que creen que más bien los cambios verdaderos suceden cuando convencemos a la mayoría”, agregó.
¿Quién funge como mayoría?
Hablar de mayoría puede ser ambigüo, así lo consideró Carlos Lever, para realizar un verdadero cambio en pro del mundo, se necesita incluso, que las minorías sean escuchadas.
“Entonces una ambición quizás más amplia, que solo el mínimo necesario democrático, que está ahí por buenos motivos, pero no siempre hay que quedarnos con los mínimos.
“Una visión más amplia de quedarnos con la mitad más uno, es quizás buscar un espacio en donde las minorías, minorías que quizás nunca vayan a tener un voto mayoritario, puedan sentirse representadas, sus voces puedan ser consideradas y eventualmente sus preocupaciones puedan ser tomadas en cuenta”, argumentó.
Finalmente, expresó a los estudiantes que no hay soluciones sencillas ante los retos que representa la agenda 2030 de la ONU.
“Desafortunadamente no les voy a dar soluciones sencillas porque otra vez estamos en cuestionamientos nuevos que no existían hace 20 años.
“Hay un cierto consenso de cómo incorporar el conocimiento técnico en una toma de decisiones públicas con servicio civil de carrera, con organismos regulatorios con cierta autonomía, con perfiles técnicos pero con votaciones, con representatividad y no democracia directa”, concluyó.
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