“El género masculino es de las poblaciones de mayor riesgo, ya que la cultura heteropatriarcal no permite la expresión emocional”, señala Angélica Figueroa, integrante del Departamento de Consejería del Tec de Monterrey campus Puebla en relación al Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Figueroa Saldaña, con Maestría en Psicoterapia y entrenadora certificada de QPR (método de prevención del suicidio) ha trabajado por 10 años con adolescentes y adultos.
La especialista explica que, de acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 700 mil personas se suicidan cada año a nivel mundial; cada 40 segundos hay una muerte.
“También es la segunda causa de muerte en adolescentes” señaló Figueroa.
La cultura heteropatriarcal
Las estadísticas de la OMS también señalan que en México desde 1950, los suicidios en varones han duplicado a los de las mujeres; la tendencia se ha acentuado al paso del tiempo.
“De la misma manera, el suicidio ha aumentado año con año desde 1970; aproximadamente cerca del 80 por ciento de los casos se han dado en varones”.
La también miembro de la Asociación Mexicana de Suicidología, A.C. relata que los roles de género que se han establecido a lo largo de los años han agravado la situación.
“Culturalmente se les enseña a los varones que deben resolver sus propios problemas y que no pueden externar lo que sienten, que están obligados a verse siempre valientes y fuertes, esto ha provocado que ellos no se permitan sentir y validar sus emociones”.
Validación del dolor emocional
“Seamos coherentes con nuestro dolor desde la vulnerabilidad. Resignifiquemos tener que siempre estar bien” recomendó la especialista.
La maestra Figueroa considera necesario derrumbar los discursos de género que ponen en riesgo a los hombres, de quienes la mayoría carecen de apoyo emocional.
“Una vez atendí a un paciente que me dijo que no tenía permitido romperse” relata Figueroa, al señalar la importancia de poner sin mitos el tema sobre la mesa.
La consejera explica que al hablar libremente del suicidio, este se visibiliza, se valida y por ende se comprende. “De esta forma podemos convertirnos en una comunidad más empática y reconocer que este tema nos pertenece a todos y todas”.
De la misma forma, Angélica cree necesario validar el dolor emocional y nos brinda un consejo, para ser pacientes con nosotros mismos y nuestro proceso:
“Debemos bajar nuestras exigencias, nuestras voces de castigo o de miedo. Abrazar este miedo y este dolor. Darnos pausas, días para estar con uno mismo y mantenernos en calma. Acercarnos a redes de apoyo o a profesionales”.
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