Recién graduado del campus Monterrey señala que estudios profesionales le permiten ampliar su visión y buscar mejores cosas en la vida
De poder vivir tranquilamente en una pequeña ciudad, Jorge Ramírez Vera decidió expandir sus aspiraciones al estudiar en el Tec de Monterrey y ahora sus objetivos no tienen límites.
El ahora EXATEC nunca se imaginó que ser parte de la institución cambiaría su vida de tal manera que, ahora que terminó sus estudios, se siente una persona diferente.
“Antes estaba reacio a salir de mi zona de confort, estaba en mi pueblo, podía vivir plenamente”, recordó el recién egresado de la carrera de Ingeniería Química en Procesos Sustentables.
“Pero ya estando en el Tec de Monterrey aprendí a tomar riesgos, a aprovechar las oportunidades que se me presentan al máximo”, añadió.
El originario de Caborca, Sonora, ya tiene un título profesional y una oferta de trabajo en la Ciudad de México, lo que ha ampliado su visión y su búsqueda del éxito.
“Ahora me veo como una persona que ha perdido ese miedo. Veo que mi forma de pensar, mis aspiraciones crecieron exponencialmente, ahora tengo otras metas, una forma de pensar un poco más abierta que tenía antes”, señaló.
Jorge tuvo la oportunidad de participar en proyectos sociales, de emprendimiento y de otra índole durante su paso por el campus Monterrey.
"Antes estaba reacio a salir de mi zona de confort, estaba en mi pueblo, podía vivir plenamente. Pero ya estando en el Tec de Monterrey aprendí a tomar riesgos, a aprovechar las oportunidades que se me presentan al máximo".
Cumple su objetivo
Antes de poder estudiar en el Tec de Monterrey, Jorge se inscribió en una universidad pública para poder continuar con sus estudios, ya que la otra posibilidad la sentía muy difícil.
Por su rendimiento académico, tanto el campus Monterrey como el de Ciudad Obregón, donde estudió su primer año, le ofrecieron una beca por su talento, con lo que pudo inscribirse en la institución.
Al llegar a Monterrey en el 2018, vivió en la casa de becados de la Asociación de Estudiantes de Sonora (AESMAC) hasta su graduación, lo cual también consideró un gran apoyo.
“Me parece una iniciativa muy buena que los mismos alumnos que vivieron en esa casa después sigan apoyando para que se mantenga a lo largo de los años. Yo buscaré apoyar a la casa más adelante”, comentó.
En su máximo tope, llegó a vivir con otros 13 alumnos sonorenses en dicha casa, que está cerca del campus Monterrey.
Ferviente seguidor de Borregos Monterrey, participó dentro del programa de Storytellers del campus, donde pudo desarrollar sus habilidades de comunicación al cubrir eventos institucionales y deportivos, y cumplir su sueño de ver un partido en vivo del equipo.
Después lideró un equipo de estudiantes como agente de flujo sin contingencias en INCmty 2019, festival de emprendimiento que organiza el Tec de Monterrey al que asisten miles de personas.
“Era básicamente mantener el liderazgo en el grupo de voluntarios para la optimización del correcto flujo de las personas”, señaló.
También, fue coordinador de clases del torneo de ajedrez de Proyecto 99, iniciativa social que apoya a niños y adolescentes en situaciones vulnerables, el cual se inscribieron casi 200 participantes.
El año pasado obtuvo una beca por parte del Instituto Estatal de la Juventud de Nuevo León (INJUVE), para realizar voluntariado en el extranjero.
“Esta beca la obtuve en marzo de 2020 y era para hacer la experiencia de voluntariado ese verano, pero pues por Covid no se pudo. Muchos de los ganadores la harán válida este verano, pero yo me esperaré hasta el 2022”, explicó.
Con toda esta preparación, está listo para afrontar el mundo profesional; lo hará como consultor en Everis, empresa que conoció dentro de EmpleaTEC, evento de la institución que enlaza compañías con alumnos para encontrar oportunidades de trabajo.
“Va a ser un gran reto poder trabajar con gente muy preparada, que estudió cosas muy distintas a lo que yo estudié.
“Es una nueva aventura que voy a iniciar, siento que va a ser muy retador, pero también muy gratificante”, indicó.
Jorge agradeció a sus papás, novia y compañeros que lo apoyaron durante sus estudios.
Así, Jorge transformó su vida dentro del Tec de Monterrey y se dio cuenta que puede tener otros límites más altos.
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