Francisco Larios y José Antonio Álvarez, profesores del Tec de Monterrey, campus Hidalgo, nos hablan del Grooming: acoso que se presenta por parte de un adulto hacia un menor de edad, principalmente por medio de las redes sociales.
“En su mayoría, el grooming suele darse mediante el uso de perfiles e información falsos que buscan ganarse la confianza de los niños y las niñas, o los adolescentes” señala Francisco Larios, asesor en psicopedagogía de campus Hidalgo.
Larios explica que una vez que se tiene esta información, muchas veces se utiliza el chantaje, la manipulación, o las amenazas para conseguir el control de las víctimas, llevándolas a hacer cosas que no desean, generalmente de tipo sexual.
¿Por qué es una problemática a la que hay que prestar atención?
José Antonio Álvarez, profesor tutor de Prepa Tec en Hidalgo, menciona que hay que prestar atención a esta problemática por diversos motivos.
Uno de los principales problemas es que este tipo de prácticas cada vez son más frecuentes en línea, siendo las redes sociales el medio ideal o preferido por los groomers (acosadores).
“Las redes sociales son ideales para este fin, porque es más fácil y rápido para ellos acceder a información sensible de las víctimas, aunque también puede darse físicamente en cualquier lugar” menciona Álvarez.
José Antonio hace hincapié en que la forma en la que los groomers acceden a esa información se da a través del establecimiento gradual de vínculos afectivos o de confianza.
Para ello, el agresor se hace pasar como alguien de su edad, incluso adaptando el lenguaje a la edad de la víctima, creando perfiles falsos, generalmente con fotos de personas jóvenes atractivas, suplantando así cualquier identidad.
De igual forma, se sostienen conversaciones frecuentes a través de mensajes de texto, audio o llamadas telefónicas con la víctima.
“Al estar detrás de la pantalla de cualquier dispositivo, la manipulación de las víctimas es altamente efectiva por todos los recursos de los que hacen uso, llegando incluso a aislarlos de sus redes de apoyo como familia, amigos y profesores” señala José Antonio Álvarez.
Tanto Larios como Álvarez coinciden en que los niveles de conectividad e interacción que tienen niños y jóvenes en internet los coloca en una situación de vulnerabilidad.
Muchos de ellos omiten puntos básicos de seguridad, como agregar a personas que no conocen por tener más followers o aumentar sus “me gusta” a sus publicaciones.
“La falta de supervisión en casa agrava esta situación, muchos padres desconocen lo que hacen sus hijos cuando están en internet, qué páginas, juegos o aplicaciones utilizan, así como las personas o amigos con los que se relacionan” añade Álvarez.
El profesor tutor explica que toda esta situación propicia un entorno ideal para que el groomer logre su cometido de introducir a las y los menores de edad en conversaciones sobre sexo, que poco a poco suben de tono hasta llegar a peticiones de índole sexual.
Si la víctima no accede, el agresor recurre a chantajes, amenazas o manipulación, generándole a la víctima una sensación de miedo, angustia o terror.
“Esta problemática requiere de atención y acción, porque el grooming opera a partir de la vulnerabilidad de las víctimas a las que ataca”, comenta Francisco Larios.
“Es un acto violento que trasgrede a las personas, ocasionando daños emocionales profundos como estrés postraumático, depresión, ansiedad, bajo autoconcepto y autoimagen; puede llevar a algunas víctimas a desear o intentar quitarse la vida” agrega el asesor en psicopedagogía.
El incremento del grooming durante la pandemia
Francisco Larios explica que nuestra interacción con los medios digitales, y la socialización que se ha buscado compensar mediante la virtualidad en este aislamiento por pandemia, han aumentado la incidencia de esta situación.
“Aunque es un problema que no tiene su raíz en la virtualidad, sino en la falta de legislación al respecto, la falta de educación sexual, y de mecanismos efectivos para prevenirlo y castigarlo” señala Larios.
Larios menciona también que existe una escasez en la propagación de información adecuada acerca del tema tanto a la población en riesgo como a los adultos, acrecentando el problema.
Por su parte, José Antonio Álvarez explica que a pesar de que muchas familias conviven en casa, no todos comparten el espacio de trabajo o sostienen conversaciones sobre sus actividades en línea.
“Muchos adolescentes incluso se encierran en sus recámaras para llevar a cabo su actividad en línea. Además, el acceso a redes sociales y aplicaciones desde cualquier dispositivo está literalmente al alcance de la mano” comparte Antonio.
Álvarez comparte que incluso antes de la pandemia esta situación ya venía a la alza, pues de acuerdo con datos del INEGI recuperados por el Early Institute, las víctimas de ciberacoso que oscilan entre los 12 y los 17 años se incrementó 32% de 2017 a 2019.
De acuerdo con este análisis, 6 de cada 10 víctimas desconocen quién fue su agresor, mientras que 37% identificó a un amigo o amiga y el 18% a un compañero de escuela; 44% de ellos recibió mensajes ofensivos, 31% fue contactado por alguien con un perfil falso y 25% recibió insinuaciones o peticiones sexuales.
¿Cómo pueden los adolescentes navegar seguros en la red?
Por su parte, Yéssica Contreras, ingeniera en Sistemas Computacionales y directora del Departamento de Ciencias de PrepaTec campus Hidalgo, menciona que debemos estar conscientes de que la red es como el salvaje oeste, sin embargo, existen medidas que pueden ayudar a los jóvenes a no ser tan vulnerables al Grooming:
- No aceptes invitaciones en las redes sociales de personas que no conoces.
- Evita publicar o compartir datos personales o sensibles, tales como dirección de casa, colegio en donde estudias, celular, correo, etc.
- Configura los ajustes de privacidad para que, quienes no sean tus amigos, no puedan ver tu información, especialmente las ubicaciones que has registrado.
- Evita mandar o intercambiar contenido físico sensible, en donde aparezca tu cara.
- Verifica muy bien los correos, en especial con links o archivos de personas que desconoces.
- Ten cuidado con el spam, es decir, no des clic en los enlaces o anuncios que veas cuando estás navegando en internet.
- Activa la geolocalización del celular solo cuando la requieras.
Recuerda que si te encuentras en alguna situación de este tipo, el Tec cuenta con diferentes medios o canales para orientarte en esta situación: desde el SIT (Sistema Integral de Tutoría), el área de Bienestar y Consejería de LiFE, la línea TQueremos y los portales institucionales con información valiosa como el del Centro de Reconocimiento a la Dignidad Humana.