Pisar la duela de basquetbol con el equipo femenil fue trascendente para Miranda Zamora, ya que en ésta fue donde aprendió a confrontar sus temores.
“La manera en la que yo enfrento mis miedos y problemas es con el basquetbol”, manifestó la egresada de Ingeniería Biomédica.
“Siento que ahí mis diablos e inseguridades se aparecen y es un recordatorio diario en todos los entrenamientos para superarlo. Soy otra persona para bien”, añadió.
Miranda quien tuvo una carrera llena de éxitos en el basquetbol dentro de Borregos Monterrey donde, además de ganar campeonatos nacionales, pudo competir a nivel internacional.
“Es un gran orgullo representar esta institución y a mis compañeras, es una familia. El trabajo que haces todos los días se refleja en la cancha al igual que el trabajo en equipo.
“Es un gran privilegio haber representado al Tec estos últimos 5 años, un camino que he disfrutado muchísimo”, señaló la originaria de Monterrey.
Borregos, su fortaleza
Su paso por el equipo de basquetbol femenil fue esencial para Miranda, ya que pudo aprender a organizarse por los entrenamientos y la escuela.
Ella pudo mantener un promedio arriba de 90 a pesar de los viajes para jugar en otras competencias.
“Gracias a Dios tuve maestros muy comprensivos y compañeros de la carrera que me ayudaban cuando faltaba o no entendía algo, que no hubiera ningún problema para agendar las cosas para después.
“También más que nada es la organización, saber a quién pedirle ayuda. En ocasiones que los entrenamientos chocaban con las clases, Mario, nuestro entrenador, nos entendía que teníamos finales o proyectos”, explicó.
Jugar las finales fue lo que más le emocionó dentro del equipo, ya que consideró es donde se forja más el carácter y el deseo de ganar.
“Siento que es donde mejor juego y más carácter tienes que tener para hacerlo de una buena forma. Las personas que tengan el mejor entrenamiento, actitud y carácter te hacen estar en el tope.
“Jugar con el otro equipo que también está en su mejor momento te prende y te emociona, te hace entregar el corazón”, dijo.
Miranda ganó las universiadas nacionales en el 2017 y 2019 con el equipo, y jugó tres finales más en otros torneos nacionales.
Su buen nivel permitió que pudiera asistir a la Universiada Mundial 2019 en Nápoles, Italia, y así pudo representar a México a nivel universitario.
Parte de su éxito se debe a sus papás, su entrenador y compañeras de equipo, con quienes pudo crecer juntas.
“En el equipo, me apoyé mucho de mis coaches y mis compañeras especialmente, ya que una no sabe a veces cómo relacionase con otras personas que no viven las mismas situaciones que tú.
“Entre nosotras nos hacíamos crecer. Sin ellos mi crecimiento no hubiera sido posible”, mencionó.
Su entrenador Mario Moreno también fue clave para que pudiera formarse como persona y alumna.
“Mario fue la persona que me impulsó a crecer, a sentarme con mis obstáculos y enfrentarlos cara a cara.
“Me apoyó durante estos 5 años, también me ayudaba con mis problemas personales. Siempre estuvo al pendiente de mí con cualquier cosa que necesitara de ayuda. Eso es algo que siempre le voy a agradecer y que él nos muestra día a día”, indicó.
La EXATEC siempre se caracterizó por ser una gran defensa en la duela y por su disposición de apoyar a sus compañeras, mencionó su entrenador.
“No me queda más que expresarle mi agradecimiento por darme la oportunidad de aportar mi granito de arena en su formación.
“Y ayudarla a que cumpla una de sus metas que es, nuevamente formar parte de la selección Mexicana Universitaria y representar a México en eventos internacionales”, expresó Moreno.
Ahora, Miranda podrá estudiar la maestría en el Tec y así continuará en el equipo, por lo que buscará representar una vez más a México en un evento internacional.
*Con información de Regina López
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