Daniela Rubio | Campus Chihuahua
“Mi hijo tenía 12 años cuando me dijo que estaba enamorado de un guapo y mi único pensamiento fue que vivo en Chihuahua, una ciudad homofóbica, me lo van a lastimar o matar, ¿cómo cuido de él?”, así inició su conferencia la maestra Araceli Maya.
En la plática “Mamá, soy gay”, organizada por el grupo PRIDE, se indicó que los jóvenes LGBTIQ+ son más propensos a ser discriminados por profesores, compañeros y desconocidos.
La ponente habló de la importancia de aceptar y no hacer sentir menos a los/las hijos/as, de no aminorar sus relaciones y del no pedirles que lo mantengan en secreto.
Asimismo, aclaró que la orientación sexual difiere, es porque su biología química funciona de manera diferente.
Hizo una comparación del ser gay/bisexual con el ser zurdo en los años 60s, donde se obligaba a los niños a escribir con la mano derecha, esto solo por falta de información.
“Hola, soy Araceli, mi hijo es gay y lo amo con todo mi corazón”. Araceli Maya
Como contexto, en los últimos años el ambiente dentro del Tec de Monterrey se ha transformado en un ecosistema incluyente y ameno para todos y todas sus estudiantes, esto se ha logrado por dos razones principales, el cambio de políticas dentro del sistema Tec y por sus alumnos y profesores.
El cambio se ha hecho realidad a través de esfuerzos nacionales, como iniciativas generales, y por acciones locales como tener un grupo estudiantil pro-inclusión en cada uno de sus campus.
En campus Chihuahua, dicho grupo es PRIDE, el cuál lleva apenas dos semestres y ya ha dejado huella en la escuela, está conformado por 14 alumnos y alumnas de la universidad y dos de PrepaTec.
Dentro del grupo hay estudiantes que forman parte de la comunidad LGBTIQ+ y hetero-aliados, cuyo objetivo es lograr hacer de la escuela una zona segura para toda la comunidad Tec.