El ingeniero mexicano del Tec de Monterrey, Fernando Mier-Hicks, diseñó los simuladores que permitieron a la NASA probar algunas funciones del rover “Perseverance”, que irá al planeta Marte.
Se trata de la máquina reconocida por la agencia como: “el sistema robótico más complejo que jamás haya volado al espacio” y que será enviado al planeta rojo a finales de este mes de julio o principios de agosto como parte de la misión “Mars 2020”.
Desde su incorporación al Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, hace poco más de tres años, a Fernando Mier-Hicks le fue encomendado el diseño del equipo para probar el brazo robótico y el sistema de pruebas de este nuevo rover.
A este sistema le fue integrado un pequeño helicóptero que será el primer objeto volador de su tipo en cruzar el cielo de otro planeta.
Al igual que sus antecesores (Pathfinder en 1996, Spirit y Opportunity en 2003 y el Curiosity en 2011) Perseverance, aterrizará en Marte esta vez para cumplir una misión de astrobiología buscando vida microbiana, caracterizar el clima y la geología del planeta rojo.
El robot de dimensiones similares a las de un “mini Cooper” y cuyo peso es de poco más de una tonelada, cuenta en su interior con un sistema de recolección y sellado (tipo enlatado) para muestras.
Este mecanismo fue puesto a prueba en los laboratorios del JPL mediante el simulador electrónico de “ground support equipment”, desarrollado por Fernando Mier-Hicks y un equipo de ingenieros.
“Funciona como una pequeña fábrica de latas al interior del robot; el brazo externo del rover va a taladrar una piedra, recoge la muestra y se la pasa a un brazo interno, que a su vez, mete esta muestra en un tubo, la sella y luego la almacena junto con otras”, explicó.
Se espera que, durante la misión en Marte, el “Perseverance” logre recolectar hasta 37 muestras de material rocoso, las cuales el robot depositará en un mismo lugar o en locaciones separadas, con la intención de que en un par de años otra misión las recoja.
“Entregamos más de 30 de estos sistemas de simulación que son básicamente como un rack de servidores, con muchos electrónicos dentro que sirven para activar los motores y medir los sensores del rover, de forma muy similar a como opera la computadora del robot”, indicó.
“Funciona como una pequeña fábrica de latas al interior del robot, recoge la muestra, la coloca en un tubo, lo sella y luego lo almacena”.
Asimismo, el pequeño helicóptero, cuyas dimensiones son parecidas a las de una pelota de “softball”, con dos hélices de aproximadamente un metro de diámetro, también fue sometido a pruebas a través de un simulador de gravedad (gravity offload)
Este simulador fue desarrollado también por Fernando Mier-Hicks y su equipo, antes de ser enviado a Marte en el interior del "Perseverance".
Para ello el equipo de ingenieros tomó en cuenta que la atmósfera de Marte es 100 veces más tenue que la atmósfera de la Tierra y que la fuerza de gravedad del planeta rojo es apenas la tercera parte de la gravedad que hay en la Tierra.
“Marte tiene una atmósfera muy tenue en donde es más complicado volar para un helicóptero, sería como volar en la tierra a 30 kilómetros de altura, jamás un helicóptero ha llegado tan alto”, apuntó Fernando Mier-Hicks.
Se espera que el "Perseverance" aterrice en el cráter Jezero de Marte el próximo 18 de febrero del 2021; actualmente la NASA y la Agencia Espacial Europea planean las dos misiones posteriores requeridas para devolver las muestras recolectadas a la Tierra.
Recientemente, el Tec de Monterrey y Fernando Mier-Hicks impulsaron un programa de intercambios entre NASA-JPL y México, dentro del cual aplicaron en la última convocatoria hasta 500 alumnos de la Escuela de Ingeniería y Ciencias de diferentes campus del país.
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