Santiago Esquivel, alumno de arquitectura del Tec de Monterrey campus Querétaro recibió el premio Alberto J. Pani a la composición arquitectónica, por su propuesta de un observatorio medioambiental.
El concurso consistió en desarrollar un observatorio de 4 mil metros cuadrados de construcción en una reserva ambiental en el Parque Ecológico La Silla, en Monterrey.
Este premio es organizado por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México; se trata del más importante del país en composición arquitectónica.
Cada año, reúne a los mejores estudiantes de las instituciones afiliadas a la Asociación de Instituciones de Enseñanza de la Arquitectura de la República Mexicana (ASINEA).
EL CONTACTO CON LA NATURALEZA
La diferencia más importante del proyecto arquitectónico es que se erige desde debajo de la tierra, para posicionarse a nivel del suelo.
El triunfo de Santiago se dio ante la presencia de un jurado conformado por grandes figuras de la disciplina; incluido el arquitecto José Rafael Moneo, Premio Pritzker 1996.
“Yo sentía que un edificio no debía estar ahí, así que enterré el edificio para conservar la percepción del sitio donde iba a ser construido”.
DESDE LA TIERRA
“El edificio se compone de una secuencia de espacios cerrados y abiertos, que generan contraste y diferentes gradientes entre lo interior y lo exterior.
"Esto genera pausas durante el programa y esto es lo que le da valor al proyecto”, enfatiza.
Santiago dentro de su propuesta pensó de manera sustentable al generar los tabiques del edificio con el mismo barro que saliera de la excavación.
“El hecho de que la misma tierra sea parte del observatorio hace que las personas sientan el contacto con la naturaleza”, complementa Santiago.
A la par, Santiago está desarrollando su tesis en la que busca dar una perspectiva alterna de cómo replantear el crecimiento de las ciudades, reivindicando los centros urbanos.
También el reinterpretar la convivencia comunitaria en pro de la sustentabilidad.
“Siempre me ha interesado y siento que es importante la relación del ser humano con su entorno natural”, nos comenta el alumno explicando un poco de la inspiración que lo llevó a su propuesta.
Esta no es la primera vez que un alumno de la Escuela de Arte, Arquitectura y Diseño (EAAD) del Tec de Monterrey campus Querétaro recibe este galardón.
Iván Veliz Perales (2000); Rodrigo Vera González, (2003); Rocío Eréndira Soto Gutiérrez (2006); Luis Galileo Zuart Ponce (2011); Adriana Rodríguez (2014) también han sido ganadores de este concurso.
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