Por Martha Mariano | campus Monterrey
La crónica te permite un margen de libertad con el que puedes contar los hechos a partir de una historia, señaló el escritor Julián Herbert durante el Congreso de Literatura Vox Orbis.
“La libertad editorial del cronista lo acerca mucho a la parte del problema y lo que pasa con el periodismo narrativo es que tiene que seguir la nota y hacerla interesante, el problema es que la nota no siempre es interesante”, compartió.
Expresó que la mejor manera de alcanzar una mentalidad perfectamente periodística es reportearse a uno mismo e ir al fondo de ese proceso.
“Existe un gran trasfondo de dónde comienza y termina el periodismo y dónde empieza y termina la literatura, hay muchos criterios al respecto y un territorio de difícil acceso desde el punto de vista de la ética y de la estética”, afirmó.
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Hervert explicó que el problema de la crónica latinoamericana es también un desafío de especificidades y en la lectura de los hechos el problema de la crónica y de la violencia es una cuestión de retórica.
“¿Cómo cerramos esto?, no tenemos cierre como sociedad, es decir, el trauma de la violencia no se cierra, pero el trauma y el proceso narrativo tampoco”, manifestó.
¿Una realidad objetiva?
Motivado por las historias y la experiencia a lo largo de su vida, Herbert compartió con los estudiantes, cuáles son dos de los principales retos a los que actualmente se enfrenta el periodismo, hablando particularmente de la crónica.
“Partimos de la idea de que el cronista, el periodista es una buena persona, es alguien que va a mantener la objetividad, pero el cronista tiene una visión parcial de mundo y aun cuando en sus ideas haya nobleza no significa que se ajusten a la realidad.
Otro elemento que nos ha complicado la existencia es la literalidad que ha achatado mucho el lenguaje que pone en riesgo la individualidad de nuestros discursos”, afirmó el escritor.
Finalmente, alentó a los jóvenes a experimentar con este género periodístico para atravesar el lenguaje mediante un relato definido por la amplitud del discurso.
“Creo que una de las razones por las que nos asomamos a la literatura es por su habilidad, porque en sus discursos nos permitían conectarnos con una imaginación de la que no tiene idea el mundo cotidiano para transformar el mundo cotidiano”, concluyó.
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