Lorena Morales | Redacción Nacional
“La investigación requiere las 24 horas del día. ¡Hasta soñando investiga uno!”. Con esta pequeña pero contundente frase se puede conocer qué es lo que mueve al profesor José Luis González Velarde.
Su labor científica de casi tres décadas en el Tec de Monterrey en Logística y manufactura, así como Ciencia de datos, lo han hecho merecedor al Premio Insignia a la Trayectoria Científica del Premio a la Investigación e Innovación Rómulo Garza.
Su nombre no es nuevo dentro del Premio Rómulo Garza –galardón que otorga el Tec y Xignux- ya que lo ha recibido en tres ocasiones anteriores en diversas categorías.
“Para quienes somos investigadores en el Tec, es como ganar el ‘Oscar’, cada año podías participar y si tenías una buena investigación sabías que tenías probabilidades de ganarlo”, describe a CONECTA.
“La investigación requiere las 24 horas del día. ¡Hasta soñando investiga uno!”.
Pero esta ocasión para él fue diferente. Cuando se instituyó el Premio Insignia a la trayectoria hace un par de años, admite con sencillez que nunca cruzó por su mente el poderlo obtener, señala.
“Si era por investigaciones puntuales, sabía que podía seguir ganando, pero cuando surgió el Insignia para reconocer la trayectoria dije ‘nunca lo voy a ganar’.
“Para quienes somos investigadores en el Tec, es como ganar el ‘Oscar’, cada año podías participar y si tenías una buena investigación sabías que tenías probabilidades de ganarlo”
Líder de grupos de investigación, formador de científicos jóvenes, autor de un libro y de numerosos artículos en publicaciones especializadas, fueron parte de los factores tomados en cuenta para otorgarle este reconocimiento.
Al preguntarle qué es lo que más disfruta de su día a día, da una respuesta inmediata.
“Dar clase, es otra de mis pasiones además de la investigación. Actualmente doy clase de ingeniería de producción para graduados. Lo que más me gusta es que los jóvenes se sientan inquietos por el conocimiento”.
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MATEMÁTICAS PARA ENCONTRAR SOLUCIONES
José Luis González Velarde recuerda que desde chico las matemáticas se le facilitaban. “Inclusive en la secundaria ganaba premios en concursos”, recuerda.
Cuando tuvo que decidirse qué carrera estudiar, optó por la de Ingeniero Químico Administrador, en el Tec de Monterrey, pero sus maestros le vieron otra vocación.
“Hubo tres profesores claves: José Ángel Canavati, Octavio García y Tomás Hoyos Sánchez. Ellos fueron quienes más me influyeron a que me fuera a la carrera de matemáticas”, comparte.
Sus contribuciones se centran en la construcción de modelos matemáticos para la toma de decisiones.
“Si queremos optimizar un sistema, por ejemplo, se toman todas las interacciones entre los componentes del mismo: restricciones, metas a las cuáles llegar y con eso se construye el modelo matemático”, explica.
A sus 69 años, lleva ya más de 45 de ellos dedicados a la docencia, en instituciones como la Universidad Autónoma de Nuevo León, la Universidad de Texas en Austin y desde 1990 se unió al Tec de Monterrey, en su campus Monterrey.
Cuando apenas tenía dos años dentro del Tec, se le encomendó crear el doctorado en Ingeniería Industrial, uno de los retos que considera ha sido de los más relevantes dentro de la Institución.
MÁS ALLÁ DE LA CIENCIA
A diferencia de lo que pudiera pensarse, el doctor González Velarde no sólo está rodeado de 'números' en su vida.
El cine y la lectura es algo que disfruta. Sus poetas favoritos son San Juan de la Cruz y Ramón López Velarde.
Pero una cuestión que tal vez muchos desconocen, es su papel como promotor de mejores ciudadanos.
“Soy fundador de una ONG que se llama Alianza Cívica. Se creó a nivel nacional 1994 e inició con la labor de ser observadores electorales en las elecciones de ese año”.
Participó un tiempo en esta asociación, luego se centró en su labor de investigador, pero ahora uno de sus mayores propósitos es retomar el camino en ese tipo de ONGs.
“Me di cuenta que había que involucrarse, sobre todo en movimientos impulsados desde la ciudadanía. El Estado Mexicano requiere de los partidos políticos, pero también requiere de contrapesos”, concluye.
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