Juntando CAMInos

Con la finalidad de concientizar a los alumnos de la PrepaTec sobre el impacto positivo que pueden tener en su comunidad, la Preparatoria del Tecnológico de Monterrey en Cuernavaca y el Centro de Atención Morelense para la Infancia (CAMI), diseñaron un semestre para que los alumnos de 5to. semestre convivieran con niños recogidos por el DIF. 

"Coordinar este proyecto fue todo un reto. Requirió un gran compromiso, pasión y amor al acercar dos realidades tan distintas: por un lado niños recogidos por el DIF, temerosos, en algunos casos abandonados e incluso violentos, y por el otro, alumnos adolescentes de la PrepaTec, que viven una realidad completamente diferente a la de los niños" explicó Ximena Rodríguez, profesora de la preparatoria y coordinadora del proyecto.

A lo largo del semestre agosto-diciembre, 148 alumnos tuvieron la oportunidad de hacer una diferencia en su comunidad al trabajar con 75 niños residentes del CAMI como parte de la materia de Liderazgo Social, a cargo de las profesoras Ximena Rodríguez y Nidia Murillo.

"Desde el primer día que llegamos al CAMI pude ver un cambio, una pequeña chispa en los ojos de los niños, pude ver cómo nuestras visitas hacían la diferencia en su semana, alguien que les daba toda su atención y que se preocupaba por ellos. Pude ver mejoras en su actitud, conducta, autoestima y muchos logros académicos, algunos niños aprendieron a leer, a hacer operaciones matemáticas básicas y a prestar atención en las clases" reflexión de alumna de preparatoria en su bitácora final.

El objetivo del proyecto consistió en fortalecer el sentido humano en los alumnos, al poner su talento al servicio de los demás. Así como desarrollar en ellos valores como: empatía, resiliencia, compromiso, tolerancia y humildad.

"Nos centramos en tres ejes fundamentales durante el semestre. En primer lugar, cambiar la percepción de nuestros alumnos sobre el papel que pueden tener para transformar su realidad, es decir, incentivarlos a ser agentes activos de cambio; en segundo lugar, hacerlos consientes de lo afortunados que son al crecer en un ambiente rodeado por su familia y seres queridos; y en tercer lugar, que valoraran la importancia de la educación y su formación como elemento fundamental para el éxito en su vida" mencionó Ximena Rodríguez.

 

Los alumnos visitaron el centro una vez por semana donde pudieron compartir con su "amigo CAMI", el cual fue asignado de forma aleatoria desde el principio, un espacio de dos horas para ver áreas como regularización escolar, integración social y valores.

Para poder trabajar con los niños, los alumnos realizaron una planeación de actividades semanales basadas en las recomendaciones de la coordinación del CAMI, así como en buscar el bienestar y crecimiento personal de su niño. Además, de tener un seguimiento de parte de sus maestras para poder orientar su experiencia y conocer el impacto de la actividad en su vida diaria.

"En este lugar aprendí a ser empática con la vida de los niños, que a pesar de las adversidades mantienen una sonrisa en su rostro la mayoría del tiempo. A ser agradecida porque durante mis 17 años de vida, he tenido muchas oportunidades y nunca me ha faltado nada. A regresarle a la comunidad un poco de lo que tengo y a poner al servicio de la comunidad mis conocimientos" Brisa Torres, alumna participante.

"Con este proyecto aprendí que "los que más dieron son los que más recibieron”, es decir, que aquellos que se tomaron el tiempo para conocer a sus niños, de buscar actividades especiales para ellos, de juntar materiales para sus visitas, son los que formaron un vínculo más grande, los que se llevaron más enseñanzas y los que tuvieron los logros académicos más importantes" concluye alumna de la preparatoria en su bitácora.