Dalila Gómez, egresada de la Escuela de Ingeniería del Tec de Monterrey en Toluca, fue una de los 10 seleccionados a nivel nacional para formar parte del Barco de la Juventud en su edición número 35.
El Barco de la Juventud es un programa internacional para la colaboración de los jóvenes organizado por el Gabinete de Gobierno de Japón y la Universidad de las Naciones Unidas.
En México el proceso de selección lo lleva el Instituto Mexicano de la juventud (IMJUVE). Durante las 4 semanas los participantes tuvieron paneles de discusión de diferentes temas que involucran a las juventudes.
“Como equidad de género, desarrollo de ciudades y comunidades sustentables, prevención de desastres, entre otros. En mi caso yo trabajé con la preservación de historias y tradiciones donde hable del barro de Metepec y su alfarería”, señaló.
La egresada compartió que se sintió muy afortunada y agradecida de haber participado en este programa.
“Me permitió expandir mis horizontes, conocer un lado no turístico de Japón que incluye sobre todo las opiniones, sentimientos e ideas de sus jóvenes además de conocer personas que jamás hubiera imaginado de lugares impensables.
“Como Islas Salomón, Zambia, Kenia, EAU, Turquía, Francia, Irlanda, Nueva Zelanda, Jordania, Etiopía y Argentina”, expresó.
Así mismo, trabajaron con comunidades japonesas en relación con esos mismos temas.
Árboles de Vida en Japón
Un árbol de la vida es una figura de barro realizada de forma artesanal en el municipio de Metepec, Estado de México.
Su proyecto nació con el objetivo de compartir el arte de Metepec, ya que es una tradición que, aunque parezca imposible, ¡está en vías de desaparecer!
“Soy creyente de que compartir es demostrar interés, llevar los árboles de la vida a Japón fue mi propósito en el viaje. A lo largo de las 4 semanas expuse la labor de los alfareros en Metepec.
“El tipo de trabajo que realizan y cómo es que manejan el material de manera tradicional en las calles del pueblo, así mismo, expuse piezas originales de alfareros para que la comunidad internacional pudiera interactuar”, explicó.
“Soy creyente de que compartir es demostrar interés”.
Sin embargo, también se realizó una liga entre culturas con la realización de diferentes haikus dedicados a la alfarería con los asistentes a mi grupo de discusión.
“Los árboles de la vida no solo llegaron a Japón, sino que también a Francia. Me quedan las ganas y la responsabilidad de abrir más puertas para los jóvenes del Valle de Toluca, mi idea es crear una sede para la selección de los próximos delegados”, manifestó.
Finalmente, Dalila quiso aconsejar a la comunidad para que siempre estén abiertos a nuevas experiencias y tengan ganas de devolverle al mundo todo lo bueno que nos pone enfrente.
“Esta experiencia nació porque yo quería devolverle a mi comunidad algo mediante horas de voluntariado, yo decidí participar en el proceso de selección porque la 3ra etapa es justamente eso.
“Así que tomen cada oportunidad para conocer gente, crear contactos, hacer amigos”, concluyó.
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