Mauro Gómez compartió su conocimiento a estudiantes de los campus Estado de México y Chiapas
Mauro Gómez, profesor de matemáticas en el Tec de Monterrey campus Chiapas, optó por jubilarse tras más de 30 años como docente.
Llegó a Chiapas hace 20 años con ideas distintas pero, tras tener un acercamiento con el Tec de Monterrey campus Chiapas, ingresó a dicha institución en 1993.
Mauro relató que su ingreso a campus Chiapas fue mera coincidencia, ya que no estaba en sus planes el formar parte del cuerpo de maestros:
“Por azares del destino logré incursionar como profesor de cátedra y posterior a esto ya obtuve mi base. Es algo que me encanta y es lo que me apasiona”, mencionó Mauro.
Tras más de 30 años en la docencia, Mauro confirmó que es momento de decir adiós a esta profesión, pero no lo realizó por falta de ganas:
“Cada clase me rejuvenece y me nutre, pero es tiempo de parar; quiero darle un giro a mi vida, quiero poder gozar de lo que me espera en los años que vienen”, aseguró.
La coincidencia de la docencia
Cuando Mauro Gómez concluyó sus estudios profesionales, se incorporó de lleno al Instituto Mexicano de Investigaciones Tecnológicas, lugar donde laboró durante un año y medio.
Tras este suceso, el ahora docente jubilado, fue invitado a dar clases en el Tec de Monterrey campus Estado de México en el año de 1983.
“Recibí la invitación y ahí descubrí que la docencia es lo que me gusta, eso es lo que me apasiona. Ese vaivén de ideas fue lo que me atrapó y dije de aquí soy”, aseguró Mauro.
Después de una década como docente en dicho campus, Gómez cambió de residencia a la ciudad capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez.
“Me vine a Tuxtla y de nuevo, por casualidad, volví a incursionar como docente y heme aquí, 20 años y tres décadas en la educación después, listo para decir adiós”, afirmó Mauro.
“Cada clase me rejuvenece y me nutre pero es tiempo de parar; quiero disfrutar mi vida, quiero poder gozar de lo que me espera en los años que vienen”.
De la investigación a descubrir la pasión
El catálogo de materias impartidas por el “Profe Mauro”, como solían llamarle sus estudiantes, abarcó materias de ciencias, matemáticas y física, tanto en preparatoria como en profesional.
Al haber dado clases en ambos grados, el profesor confesó sentir un cariño especial hacia los estudiantes de preparatoria:
“Es muy dinámico. Siempre representó un reto por el hecho de la resistencia que oponían los estudiantes. Quitarle los mitos a esa área fue algo que siempre me impulsó a dar lo mejor”, mencionó.
Este impulso a dar lo mejor de sí mismo, fue la clave que lo conectó con los estudiantes, pues se salió de la escuela tradicional de enseñanza para tener una relación más interactiva en sus clases, confirmó Mauro.
“Las matemáticas no son para privilegiados e inteligentes,son para todos. El peso recae en que el contacto que tenemos suele ser traumante pero quitando eso, es más aceptable”, aseguró Mauro.
Dejando los salones de clases
Mauro Gómez se retiró de los salones de clase tras haber impactado la vida de cientos de estudiantes durante toda su trayectoria como docente.
Cabe resaltar, que este viaje lo realizó en el Tecnológico de Monterrey de principio a fin; una carrera que comenzó en 1983 y concluyó este año.
“Si tuviera que definir mi estancia en el Tec, la palabra que debo usar es verdor, pues dentro de esta institución se respira un aire muy agradable.
“El contacto con los estudiantes, la convivencia con los compañeros, las visitas a otros estados, todo te da aliento fresco y vida”, confirmó Mauro.
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