Lorena Guillé, directora de Fundación FEMSA, comparte su trayectoria y los desafíos que ha enfrentado
“Los seres humanos nacemos con la capacidad de compartir, pero en algún momento es como un switch que apagamos, y que siempre se puede activar”.
Asi lo piensa Lorena Guillé, directora de la Fundación FEMSA, y quien ha dedicado su vida a realizar esfuerzos de altruismo y ayuda social con seriedad y una calidad profesional.
En entrevista con CONECTA, la egresada del Tec de Monterrey cuenta cómo comenzó su pasión por ayudar y cuáles son los retos que ha enfrentado en su carrera.
Las raíces de su visión social
“Tuve la fortuna de crecer en una familia donde un valor importante era la generosidad; desde muy pequeña me inquietaba, no solamente la diferencia, sino la indiferencia, y me dolía.
"También tuve la fortuna de estudiar en el Tec, porque abrí los ojos al mundo y me involucré en grupos estudiantiles, donde conocí gente de otros países que luchaban por distintas causas”, cuenta Guillé.
Guillé cuenta que gracias a estas oportunidades pudo relacionarse con jóvenes de muchos países, incluyendo refugiados que venían a México huyendo de la situación política de sus lugares de origen.
Luego, en el 2002, siendo estudiante del Tec de Monterrey, Guillé, además, se convirtió, como voluntaria, en la asistente temporal de Kofi Annan, entonces secretario general de la ONU, en la cumbre celebrada en Monterrey.
“Apliqué como voluntaria (para la Cumbre de Financiamiento para el Desarrollo) y acabé siendo elegida para ser la asistente personal de Kofi Annan; conocí ahí a Fidel Castro (presidente de Cuba) y a Hugo Chávez (presidente de Venezuela)”, recuerda.
“Los seres humanos nacemos con la capacidad de compartir".
El destino la llevó a la responsabilidad social
No obstante, a pesar de los antecedentes y el interés por el tema social, Guillé continuó con su carrera de Ingeniería Industrial y de Sistemas y, al salir del Tec, consiguió trabajo en Gamesa-Quaker.
Allí, sin embargo, una situación no prevista por ella la llevaría a meterse de lleno en el mundo del altruismo y la responsabilidad social.
A su jefa le habían pedido echar a andar la Fundación Gamesa Quaker A.C., pero ante el embarazo de ella, Guillé tuvo que tomar más responsabilidad en el proyecto y se tuvo que poner a investigar.
“En ese momento, mi jefa se embaraza y era de alto riesgo, por lo que tuvimos que sacar el trabajo. Esto me permitió, junto con ella, involucrarme más a temprana edad", cuenta.
"Me fui enamorando de este tema, y de ahí nunca salí... el destino hizo que me involucrara", relata.
"Me fui enamorando de este tema, y de ahí nunca salí.... el destino hizo que me involucrara".
La profesionalización del altruismo
Al entender que quería dedicarse al altruismo de por vida, Guillé entendió que tenía que prepararse más.
"Decidí que tenía que estudiar filantropía y finanzas”, cuenta,
Relata también que se dio cuenta que un verdadero profesional de la filantropía tenía que tener conocimientos como un CEO o alguien dedicado al servicio público: finanzas, liderazgo, planeación, negociación, etc.
Su preparación y pasión por el tema, haría que fuera invitada a dirigir la Fundación Cinépolis y el área de Responsabilidad Social de dicha empresa, cargo en el que duraría 14 años, hasta ser invitada por FEMSA a dirigir también su fundación.
Los retos ante el sueño de cambiar al mundo.
Al preguntarle cuál es su sueño, Lorena sonríe, lo piensa y con firmeza declara que cambiar al mundo.
“Mi sueño es grande y es cambiar al mundo. Mi sueño es la alegría de haber servido al mundo y haber dado ejemplo a mis hijos de que este mundo es mejor con ellos y que está en ellos contribuir a que el mundo sea mejor para los demás", dice.
“Los seres humanos nacemos con la capacidad de compartir, pero en algún momento es como un switch que apagamos, y que siempre se puede activar”, señala.
Sin embargo, cuenta también que en el camino han surgido otras opciones y posibilidades que le han hecho tener que decidir y mantenerse firme en su propósito.
“Me invitaron a una empresa y en ese momento el dinero que me ofrecían duplicaba al sueldo que tenía, pero no creía en los productos que se vendían y me causaba conflicto", cuenta.
"Hay momentos donde la vida te pone a prueba y tienes que tomar una decisión que vaya de acuerdo a lo que quieres”, explica.
“Mi sueño es grande y es cambiar al mundo".
“(Sin embargo) decidí ser fiel a mi propósito”, añade.
Y es que Guillé recomienda a todos buscar ese propósito y mantenerse fiel a él, buscando además gente que tenga la misma pasión.
“Escucha tu música y conecta con tu propósito. Está dentro de ti.
"Escucha tu alrededor porque hay muchos como tú que están buscando conectar para construir algo más grande que tu propia historia. De ahí encontrarás muy probablemente a tu gran tribu”.
Fundación FEMSA y la colaboración con el Tec
Creada en 2008, Fundación FEMSA nació con la premisa de que una compañía sostenible solo puede existir con comunidades sostenibles. Actualmente, trabajan con más de 250 socios en 18 países.
Junto con el Tec de Monterrey, Fundación FEMSA ha colaborado por varios años en pro de la sociedad y de la educación, así lo explica Guillé-Laris.
“Desde hace 14 años que venimos colaborando con el Tec. El primer proyecto que cofundamos fue el Centro del Agua para Latinoamérica y el Caribe, por ser el agua una de nuestras áreas de acción más importante.
“Hay una parte muy importante y es que compartimos una visión de incidir en la prosperidad, donde el Tec lo entiende muy fuertemente a través del fortalecimiento del florecimiento humano”, comenta.
El florecimiento humano se define dentro del Tec como el "proceso de desarrollo de las capacidades, fortalezas y virtudes de la persona en los diversos ámbitos de la vida".
Las prioridades de la Fundación FEMSA
Fundación FEMSA trabaja en 4 grandes áreas para impactar positivamente en el futuro, señala Lorena.
1. Seguridad hídrica
“Entendemos cómo debemos relacionarnos con el agua y qué problemas resolver para mantenerla en calidad y cantidad”.
2. Primera infancia:
“Impulsamos una etapa fundamental (0-6 años), donde se desarrolla la capacidad intelectual, social y cognitiva de los niños y niñas. Para que ellos transformen su entorno con equidad y justicia”.
3. Arte y cultura:
“Llevamos el arte a las comunidades con espacios de autorreflexión y diálogo, para aumentar la participación y construir generaciones empáticas y unidas”.
4. Economía circular:
“Buscamos detener la fuga de residuos al medio ambiente para construir una América Latina más limpia y saludable para vivir”.
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